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San Fernando

En huelga de hambre tras siete años en paro y además padecer cáncer

Gregorio Vives se ha plantado esta mañana en las puertas del Ayuntamiento para pedir una ayuda que le permita paliar su dramática situación.

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Se llama Gregorio Vives, tiene 49 años, casado y con tres hijos, padece cáncer de estómago y lleva siete años parado. Es el perfil de este isleño que desde este lunes y sin saber qué hacer por su acuciante situación ha iniciado una huelga de hambre a las puertas del Ayuntamiento, puesto que el próximo mes de enero al carecer de ayudas públicas podría perder su actual vivienda de alquiler y verse en la calle.

Gregorio contaba su particular calvario y los motivos que le han llevado a tomar esta decisión. “Soy un parado de larga no, de larguísima duración de siete años, tiempo más que suficiente para haber perdido un piso que tenía en propiedad y haberme tenido que mudar en cuatro ocasiones de cuatro viviendas en alquiler por no poder pagarlas. Ayudas he tenido bien pocas”.

Sabe qué una de las razones que hacen que no cuente con ofertas de trabajo -es carpintero y albañil de profesión- es su edad. “Sobre todo no dejo de pensar que como yo hay muchos más. Hay tres millones de personas paradas y eso es mucho. Creo que el Gobierno se ha olvidado de la gente de más de 40 años, y entiendo y comparto que se le den ayudas para la gente joven que son el futuro. Si ya llevo siete años sin encontrar empleo, con 49 años es más difícil. Si a eso le añadimos mi problema reciente de una reducción de operación de estómago por cáncer..., a mi me han preguntado si yo puedo trabajar y he dicho que yo quiero trabajar, querer es poder, a lo mejor no podré efectuar un trabajo de albañilería como antes pero hay más trabajos a los que con menos esfuerzo físico me puedo acoger.


Gregorio Vives indica que “en estos momentos no tengo ni amparo ni auxilio por parte de la Seguridad Social, no cobro la ayuda de los 45 ni la he cobrado nunca por problemas burocrático de un papel que me falta y me solicitan, algo ilógico. Estoy con las manos vacías y encima saliendo de una enfermedad..., ya lo único que me queda es ponerme en una esquina y prostituirme”.

Entiende que su problema y el de muchos españoles “viene de las administraciones y de las de más arriba, al no haber tenido previsión a este tipo de problemas”, y en cuanto al Ayuntamiento indica que “yo lo que le pido es si desde hace siete años tengo solicitado un piso de protección oficial, porqué no se me ha facilitado cuando a otras personas habiendo echado esa solicitud en las mismas fechas, llevan años disfrutando de ellos. Saben perfectamente de dónde viene el problema y es la incompetencia de una señora que es trabajadora social y que en su día, por discrepancias con nosotros, ya no facilitó el informe de exclusión social para adjuntarlo a la solicitud”.

Sólo abandonará la huelga de hambre si “le he dado entender a la delegada de Servicios Sociales que yo ya no puedo admitir más parches, pan para hoy y hambre para mañana. Después de tanto tiempo pidiendo socorro no puede venir y decirme de que a lo mejor puede ver una ayuda social del Ayuntamiento de 310 euros, pero eso sí, que ya luego no iba a tener derecho a pedir que me paguen un recibo de la luz. Yo estoy pagando 400 euros de vivienda, a mi se me renueva el contrato el mes que viene, sabe la necesidad que tengo y tienes que estar ahogado para que te hagan el boca a boca. Necesito que me solucionen el problema de la vivienda y, evidentemente como otros tres millones de personas, encontrar un trabajo. Ya que el Gobierno nos ha olvidado a la gente de 40 años para arriba, que al menos el  municipio no arregle algo”.

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