Las autoridades prorrusas han elevado este lunes a alrededor de 50 los muertos a causa de las inundaciones provocadas por la destrucción de la presa de Kajovka, en la región de Jersón (sur), incidente por el que Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente.
Fuentes de los servicios de emergencia han indicado en declaraciones concedidas a la agencia rusa de noticias TASS que durante las últimas horas se han hallado otros dos cadáveres, con lo que la cifra de muertos aumenta a 48, con 126 hospitalizados.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a "terroristas rusos" de destruir "con una detonación interna" la presa, mientras que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que se trató de un "claro" y "deliberado" sabotaje llevado a cabo por Ucrania.