Se trata de Massimo Tartaglia, de 42 años, que fue encarcelado en la prisión de San Vittorio de la capital lombarda el pasado 13 de diciembre por agredir y herir a Berlusconi.
La jueza Cristina Di Censo autorizó el traslado en base a los informes de los psiquiatras que han atendido al agresor del primer ministro italiano.
Precisamente ayer el primer ministro, desde la ciudad de L’Aquila, mostró a varios parroquianos sus cicatrices y dijo: “Me falta un diente, pero tengo otros 35”, en referencia al golpe recibido.