Lejano queda ya el 28 de julio cuando el Recreativo Club Portuense arrancaba con los entrenamientos. Los aires victoriosos después de sellar una temporada esplendorosa que le llevó a una superior categoría, los rojiblancos -si no con dudas, sí con escepticismo- comenzaban una nueva etapa. De cero.
Una que aún había que escribir y una que todavía debía ver cómo se iba a dibujar ante una temporada por delante. Plantilla local, detalles a mejorar, la base del año anterior e ilusión. Mucha. Precavidos, pero con la fe por bandera de que la Primera Andaluza era una categoría a estrenar.
Las primeras siete jornadas marcaban, en principio, las previsiones realizadas en la pretemporada: tocaría trabajar, trabajar y sufrir. No había otra.
El fútbol modesto no entiende de otra. Había que adaptarse a la Andaluza ante equipos ya rodados en ella y con filiales que no iban a regalar nada.
En las siete primeras jornadas una sola victoria. Algunos detalles de mejora, pero aún sin cuajar lo que se deseaba. Se prometían cambios, resultados y una inercia que costó cuando se entendió que la memoria futbolística dura lo que tarda sumar una victoria y encajar una derrota.
La primera vuelta deja a los recreativistas en la zona templada, a mitad de la tabla, pero cómodos y seguros. Tranquilos de que el modo diesel funciona. Que las segundas vueltas, los equipos de Camacho dan lo mejor de sí.
Mejor versión
Ya se empieza a ver. De los aspectos mejorados en el último tramo de la primera vuelta ha sido sin duda la seguridad defensiva. No la defensa, el sistema defensivo. Atrás quedaron las dudas y las facilitadas que encontraban los rivales en perforar la meta a las primeras de cambio.
Un dato que ratifica el buen momento, es sin duda las escasísimas ocasiones que encuentran estos para poner en apuros el cancerbero portuense. De los últimos cinco partidos disputados, solo ante el Chipiona vio como su meta no acababa inmaculada. Un elemento clave de la importancia de zanjar los encuentros de manera positiva.
Y es que el Recre Portuense solo ante La Palma (segunda jornada) y Sanluqueño ‘B’ (jornada octava) eran las únicas, hasta entonces, las ocasiones en las que había saldado sus partidos sin encajar un tanto.
Dato llamativo. Había que cerrar desde atrás para sentenciar delante. El mejor manejo de los choques, la mayor predisposición con la que se afrontan los partidos y el trabajo, sin duda alguna, diario están resultando más que efectivos para haber corregido una inercia cuanto menos irregular hasta la fecha.
El aspecto local es la faceta a destacar en un equipo que ha vencido hasta en cinco ocasiones en el Marcos Monge. La Palma, At. Sanluqueño ‘B’, Los Cortijillos, Isla Cristina o el Rota en la última jornada han sido los equipos que han perdido en suelo portuense.
Como lunar que sobresale es el papel victorioso como visitante donde solo ha vencido en uno, al Algeciras ‘B’.
La igualdad se sigue manteniendo arriba
Aunque el 8 de mayo está todavía lejos -fecha para la conclusión liguera-, el posicionamiento en la clasificación marca la tendencia liguera. El Recre ocupa en la actualidad la décima posición -mitad de la tabla- con 23 puntos.
El rival que acude este domingo es la Valverdeña, que precisamente marca el escalón del ascenso directo con 25 puntos. Un triunfo ante estos rebasaría a los onubenses y agruparía más si cabe una tabla que desde el cuarto, el Chiclana con 29, hasta La Palma, undécimo, van solo siete puntos.
Resumen del partido
Lunes 21.30 h. Ondaluz Costa
