Este miércoles se han reunido en la sede de Endesa en Sevilla los consejeros de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo; y de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco; junto al alcalde de la ciudad, Juan Espadas; y el director general de Endesa Andalucía y Extremadura, Francisco Arteaga; para conocer de primera mano el proyecto Smart Campus Cartuja y acelerar y ultimar los pasos previos para el despliegue de esta propuesta que convertirá la Cartuja en un "referente internacional en transición energética", según Endesa.
Esta iniciativa público-privada "pionera en Europa" y en la que llevan colaborando seis meses el Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja, la Agencia Andaluza de la Energía y el Ayuntamiento de Sevilla, convertirá a la Cartuja en un entorno socialmente responsable y en un modelo a seguir en el cumplimiento de los objetivos de energía y clima fijados por la Unión Europea, en el Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible, en el Plan Estratégico 2030 y en los Objetivos de Desarrollo Urbano Sostenible de las Naciones Unidas, adelantando 25 años los retos que deberán afrontar las ciudades del futuro, según el grupo energético.
Con este proyecto de colaboración entre la administración autonómica y local y la empresa privada, la Cartuja contará en 2025 con un suministro energético 100% renovable, a través de generación fotovoltaica ubicada en el parque y el desarrollo de plantas de almacenamiento; con una edificación eficiente, tras un proceso de rehabilitación energética; con movilidad sostenible eléctrica, conectada, compartida y autónoma; con una red eléctrica inteligente (Smart Grid) que integrará la conexión al sistema eléctrico de todo lo anteriormente descrito; y con la digitalización de la isla como fuerza disruptiva clave de todo el proceso, que permitirá una plataforma en abierto para la gestión inteligente del parque.
Endesa, según su comunicado, será el líder tecnológico de este proyecto que se desarrollará en un recinto con más de 460 entidades -entre empresas, administraciones públicas, centros de innovación, universidades o centros de ocio, entre otros- y que beneficiará directamente a las aproximadamente 17.400 personas que trabajan diariamente en este entorno.
El proyecto se articulará en torno a cuatro líneas de trabajo: energía, infraestructuras, transporte y edificios. Para cada una de ellas se crearán grupos específicos de trabajo que determinarán y coordinarán las medidas concretas a aplicar.