El Tribunal Constitucional de Egipto ha declarado ilegales a la cámara alta del Parlamento egipcio, el llamado Consejo de la Shura, y a la ley electoral por la que se designó la composición de la Asamblea Constituyente, según un dictamen emitido este domingo y que supone un nuevo desafío de la Judicatura al presidente islamista, Mohamed Mursi.
Como resultado de la sentencia, el Consejo será disuelto tras las elecciones legislativas que tendrán lugar, según estima Mursi, el próximo mes de octubre, aunque podrá seguir operando hasta entonces, según recoge el diario estatal egipcio 'Al Ahram' en su edición digital.
El tribunal ha basado el dictamen en las irregularidades percibidas en la elección de diputados de partidos independientes, y se ha pronunciado a petición, precisamente, de uno de estos diputados, tal y como sucedió el año pasado, en otra sentencia que llevó a la disolución de la cámara baja, dominada por los Hermanos Musulmanes, la organización de la que deriva el partido de Mursi.
Esta clase de demandas son habituales en Egipto. Muchos de los diputados independientes son contrarios a los Hermanos Musulmanes y suelen recurrir al Tribunal Constitucional, enfrentado al presidente al percibir que el Gobierno egipcio intenta coartar sus competencias.