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Vinoteca

El ‘non plus ultra’ de los vinos y brandies de Jerez

De espíritu cosmopolita, pero arraigados a su origen, los vinos y brandies de Romate revelan el carácter y la filosofía de una bodega con más de dos siglos

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La cuarta experiencia del ciclo Catas con Gusto ha tenido como protagonista a la Bodega Sánchez Romate, con más de dos siglos de historia, y una de las pocas que aún pervive en el Jerez intramuros. Sus vinos, de espíritu cosmopolita, pero arraigados a su origen y a la tradición, se unieron en la cata de esta semana a una de las grandes insignias de la firma, el Brandy Cardenal Mendoza, que tiene presencia en más de 70 países del mundo, y a una de sus últimas creaciones, el Cardenal Mendoza Ángelus, un original licor que triunfa en el sector de la coctelería.   

El ciclo Catas con Gusto, organizado por Publicaciones del Sur, con la participación de El Corte Inglés y la colaboración de la Diputación de Cádiz, persigue con cada una de sus citas la promoción y divulgación de los vinos que se producen en la provincia de Cádiz. En esta ocasión, centraba su atención dentro del Marco de Jerez, con una bodega de reconocido prestigio y siempre presente lema, el del Non Plus Ultra que aparece grabado en el propio escudo de la compañía.

La cata contó con la introducción de Marcelino Piquero, director comercial de Romate, y con la exposición de la enóloga y directora técnica de la bodega, Reyes Gómez, que fue la encargada de presentar, describir y explicar cada uno de los cinco vinos seleccionados para la cata, así como el ya citado brandy, correspondiente a la gama Carta Real, y el licor Ángelus.

Reyes Gómez subrayó, como anticipo, que los cinco vinos que se iban a catar en la cita procedían de la misma uva, la palomino, así como que la bodega sigue poniendo todo su empeño en controlar todo el proceso desde el principio: “Disponemos de viñedo propio y seguimos realizando la vendimia de forma manual cada mes de septiembre”, recalcó.

Así, y comenzando por los vinos de crianza biológica, presentó dos de sus gamas de vinos finos, el Tierra de Oro, un fino “típico”, y el fino Perdido, que es su contribución a los finos antiguos, embotellado con una edad media de más de ocho años de crianza. “Supone volver a los finos gordos, con más sabor y más cuerpo”.

A partir de ahí, se pasó a degustar dos de los vinos que forman parte de la colección Reserva Especial de Romate, el Amontillado NPU y el Palo Cortado Regente. Al primero se refirió como “mi vino favorito”: “Proviene del Fino Marismeño, es de color ámbar, con aromas de madera, tostados, avellanas... y un sabor muy seco”. El Palo Cortado le permitió realizar su propia contribución al “misterio” de estos vinos. Es de color más oscuro que el amontillado, con aromas a vainilla, roble, “a mueble viejo”, mientras que en boca se presenta “seco, con notas de amargor del amontillado y un final salino. Pese a sus 20 grados, es fácil de beber”.

A continuación Reyes Gómez dio a conocer la gama Old and Plus, a la que pertenecía el Oloroso incluido en la cata, un VORS presentado en botellas de 50 cl., de color caoba, aroma a nueces, suave inicio en boca y final tostado, “con las notas ahumadas de la vejez propia del vino”.
Cardenal Mendoza, en su versión Carta Real -brandy con más de 25 años-, y en su versión Ángelus -un licor con tonalidades cítricas, en respuesta al sector de la coctelería- pusieron la nota diferenciadora y necesaria a la brillante cata.

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