Este lunes la gasolina de 95 octanos solo superaba los 2 euros por litro en siete gasolineras, y marcaba un precio medio a nivel nacional de 1,788 euros
El precio de la gasolina de 95 octanos y del gasóleo de tipo A ha continuado descendiendo en las estaciones de servicio españolas durante el fin de semana, después de que la cotización internacional del crudo haya dado un respiro a los mercados.
Según los datos reunidos en el Geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica, a las 10:00 de la mañana de este lunes la gasolina de 95 octanos solo superaba los 2 euros por litro en siete gasolineras, y marcaba un precio medio a nivel nacional de 1,788 euros, un 0,3 % menos que el viernes pasado.
Hace dos semanas la barrera de los 2 euros se superaba en más de una treintena de surtidores del país, siempre según los datos proporcionados por Geoportal, que recaba información en tiempo real de más diez mil de gasolineras.
La gasolinera más cara a las diez de la mañana era la de Montseny (Barcelona) con un precio de 2,139 euros por litro, mientras que la más barata de la que se tienen datos era Cortes de Pallás (Valencia), donde el litro de gasolina se abonaba a 1,149 euros.
Por otro lado, el gasóleo de tipo A, el más consumido en España, se vendía por encima de los 2 euros en dieciocho gasolineras de toda la red, lo que supone una reducción del 30 % respecto de la semana pasada. Su precio medio era de 1,776 euros.
El gasóleo más caro, siempre según los datos del Geoportal, se vendía en Aldeahermosa, en el municipio de Montizón (Jaén), donde se pagaba a 2,176 euros; mientras que el más bajo se encontraba en un surtidor de Cortes de Pallás (Valencia), donde costaba 1,039 euros.
El fuerte encarecimiento registrado en los últimos meses en los carburantes, especialmente desde que hace casi un mes Rusia iniciara la invasión de Ucrania, ha desatado protestas desde múltiples sectores afectados.
Entre ellos el transporte de mercancías por carretera, cuyos autónomos y pymes protagonizan desde hace una semana un paro indefinido para reivindicar también una mejora en sus condiciones laborales, una protesta que está generando el caos en múltiples ámbitos de la distribución y logística españolas.