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Torremolinos

Esa época de espectáculos de delfines y visitas a un Picasso de cera

Torremolinos contó en los años 70 con una sucursal del museo de cera de Londres y un delfinario con cinco pases diarios

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  • Imagen del cartel a la entrada del Delfinario de Torremolinos. -
  • El museo se inuaguró en 1972 y contaba con seis secciones: historia, toreo, fantasía, literatura, flamenco y horrores
  • Los cetáceos fallecieron en diversas circunstancias y el lugar echó el cierre tras el verano

Hubo un tiempo en el que las excentricidades de Torremolinos iban más allá de la política y sus pactos de gobernabilidad.

Una época en la que era normal ver pasear a Brigitte Bardot por La Carihuela o a John Lennon y Brian Epstein, el manager de The Beatles, en La Nogalera y sus alrededores. Todo eso fue en los años 50 y 60, pero la época más loca de Torremolinos llegó con la entrada de los años 70.

Como si de una loca comedia se tratase, en Torremolinos se podía encontrar de todo, excentricidades que hoy no se verían ni por asomo.

El 3 de julio de 1971 abrió sus puertas el delfinario de esta localidad, ubicado en la calle Skal, con la presencia del Ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella. Los seis delfines llegaron en mayo del mismo año desde Florida, en un vuelo que duró 38 horas. La tragedia comenzó aquí, ya que uno falleció al sobrevolar España, como informó la prensa del momento.

El gran cartel de la puerta ya lo anunciaba: cinco espectáculos cada día; desde las 18.00 a las 22.00 horas. Precisamente Torremolinos Chic, ese álbum online de las historias y anécdotas de la época dorada, recoge imágenes de Monty Montgomery entrenando a los delfines. Sin datos oficiales de la venta de entradas, el delfinario tan solo estuvo operativo un verano, ya que en diciembre de ese mismo año tuvo que cerrar debido a la muerte de tres de los cinco delfines a causa de una infección originada por haber ingerido objetos metálicos.

De Londres a Torremolinos

Otra de las singularidades de los años 70 fue el Museo de Cera de Londres (London Wax Museum), instalado en la plaza Costa del Sol, sucursal del famoso museo de Madame Tussaud de la capital británica. Contaba con seis secciones: historia, toreo, fantasía, literatura, flamenco y horrores.

La guía costaba 25 pesetas y en sus salas se podían reconocer figuras como la de Picasso, Caperucita Roja y el lobo, o Hernán Cortés y el emperador Moctezuma. Algunos lo recordarán con ternura y otros con bastante miedo debido a la apariencia de algunos de los personajes.

Además, también en el centro se encontraba un cine en el que se podía beber y fumar, con una barra donde comprar las bebidas y mesitas para dejarlas y disfrutar de la película.

En Torremolinos Chic también recogen la anécdota de Pablito, que presumía de ser el primer chino que montó un restaurante chino en España. Relatan que, a modo de decoración,  sentaba en la puerta a sus abuelos, vestidos ambos con kimonos y abanicos para atraer al máximo número de clientes. Más tarde regentó  una tienda de productos orientales en el centro de la ciudad.

Y ya puestos a contar anécdotas, una que ha llegado a nuestros días es la de la discoteca Barbarela y su forma de platillo volante. Más tarde se edificaría el Centro de Especialidades San José Obrero, aunque ningún malagueño lo conoce por este nombre, si no por el de Hospital Barbarela, ya que su forma recuerda a la de esta discoteca que tantas noches de fiesta dio.

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