Málaga es la cuna de la esgrima andaluza en silla. Y si la categoría femenina tiene el nombre propio de Paqui Bazalo; en la masculina lo es, sin duda, Carlos Soler. Participante en
Atlanta’96, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012 -con tres diplomas-; en cinco mundiales y ocho europeos, logrando tres medallas, el malagueño engrosó el palmarés con una treintena de preseas en los campeonatos de España, siendo el dominador de su categoría (B) tanto en espada como en sable.
La trayectoria deportiva del tirador fue reconocida recientemente con la inauguracion de la
Plaza Esgrimista Carlos Soler, ubicada en las Instalaciones de la Villa Deportiva de Torremolinos entre el Palacio de Deportes de San Miguel, la piscina Virgen del Carmen y el Complejo deportivo.
En el acto, el malagueño recordó a
Antonio Marzal, seleccionador nacional desde 1991 y su maestro durante toda la carrera deportiva; carrera que sigue proyectando como presidente del CE Ciudad Jardín -cargo que asumió en 2012-, entrenador personal de sus paisanos Lorenzo Ribes y Antonio Garrido y coordinador y seleccionador nacional de esgrima en silla. La pasión por esta disciplina deportiva la comparte con la de cuidar de sus tres hijos, Carlos y los mellizos Sofía y Cayetano.
También ostenta el cargo de delegado en esgrima adaptada de la
Asociación de Deportistas Malagueños Discapacitados (Ademadis), entidad que gestionó la petición del nombre de la plaza al Ayuntamiento torremolinse. "Es un honor que el pueblo que me vio nacer tenga ese detalle conmigo, porque para mí, de todos los reconocimientos que se me han hecho hasta ahora, este será el más especial", comentó Carlos Soler.