El padre del menor que denunció abusos en el colegio Gaztelueta de Vizcaya ha afirmado que la carta del Papa Francisco "ha sido un rayo de luz en la oscuridad" y cree que su actuación demuestra que considera que "hay pruebas suficientes" para darles la razón "de lejos". Además, ha afirmado que el profesor, presunto culpable, está imputado, y el caso está en el proceso de toma de declaración y realización de pruebas.
El joven denunciante, que ahora tiene 19 años y habría sufrido los presuntos abusos en el curso 2008-2009, envió una carta al Papa Francisco contándole lo sucedido y el Pontífice le respondió a finales de 2014 mostrándole su cercanía y asegurándole que entregaría la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe para dar comienzo a un juicio canónico al educador y al colegio, "pero sin molestar al chico".
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, el padre del chico ha afirmado que la misiva del Papa "fue realmente un rayo de luz dentro de la oscuridad". "Cuando recogí la carta personalmente, se me saltaron las lágrimas de la emoción que me produjo", ha indicado.
Tras señalar que no ha vuelto a tener noticias "desde la última vez", ha apuntado que entiende que es un proceso largo. "No me cabe la menor duda de que las tendremos", ha dicho.
También ha explicado que se trata de "un proceso canónico" que tiene "otros cauces diferentes al jurídico" y ha señalado que, cuando el Papa Francisco "ha llevado este tema directamente al Tribunal de la Congregración para la Doctrina de la Fe, saltándose por derecho otras instancias previas", es porque, "a la vista del dossier que se le envió, ha visto que había suficientes pruebas" para darles la razón, "de lejos".
El progenitor del joven ha señalado que su hijo "está mal, sigue con las consecuencias producidas por un shock postraumático debido al acoso y abuso que sufrió durante su estancia en el colegio Gaztelueta". "A día de hoy, es una persona que está insociabilizada, que no puede hacer una vida normal o, por lo menos, asimilable a cualquier otro chico de su edad", ha apuntado.
Tras considerar que ha habido "una filtración" de la carta del Papa por el Juzgado de Getxo, donde se interpuso la denuncia, ha señalado que ahora se está en un momento procesal de toma de pruebas y declaraciones, y el presunto culpable "está imputado". "Estamos a la espera de que se despliegue todo ese circuito jurídico", ha añadido.
Además, ha apuntado que "es falso" que la Fiscalía de Menores archivara en 2013 este asunto, sino que "hubo una prescripción por cuestión de tiempo, hubo también una imposibilidad de juzgar, entre comillas, a algunos menores debido a su edad, que eran menores de 14 años, y sí hubo dos menores que fueron expedientados". "Estos dos menores, en su momento, tuvieron que hacer un par de trabajos hablando de temas de acoso y protección de las víctimas", ha indicado.
También ha recordado que este viernes el Fiscal Superior del País Vasco, Juan Calparsoro, ha manifestado que el archivo fue "provisional, no fue definitivo y que ahora se sume nos parece bien, siempre es buena noticia, lo que pasa es que yo entiendo que han sido muchas veces las que se ha sumado y, como en el último caso, dio un carpetazo".
"Él tendrá que valorar el camino a seguir. No cabe duda de que el hecho de que se sume es muy buena noticia y espero que, de una vez por todas, tome medidas y se llegue a esclarecer esto", ha subrayado.
El padre del joven ha dicho que es creyente y siempre se ha educado en colegios de Jesuítas. "Lo cual, y lo digo con orgullo, te imprime una personalidad muy humana y muy cercana. Y mi mujer también es religiosa y creyente", ha apuntado.
"Nosotros queremos que nuestro hijo pueda volver a tener una vida lo más normal posible cuanto antes. Ésa es nuestra lucha y nuestro primer empeño. Además, pretendo que haya un reconocimiento expreso de los hechos, cuestión que llegará porque tiene que llegar, y que haya una reparación de la víctima", ha añadido.
A su entender, "la condena de la persona que ha hecho esto es simplemente la aplicación de la Justicia". "Cuando una persona en esta sociedad tiene unos comportamientos violentos, agresivos, hostiles y más hacia un menor, hay unos criterios jurídicos y judiciales que le deben condenar. Es mera justicia para que esto no vuelva a ocurrir y sirva de ejemplo porque estamos hablando de un tema de la misma gravedad y de la misma dimensión que puede ser la violencia de género", ha destacado.
Asimismo, rechaza que haya habido apoyo y colaboración por parte del colegio y del Obispado, y que se hayan interesado por el estado de salud de su hijo. No obstante, sí ha agradecido el respaldo del vicario Ángel Unzueta, de Jesuítas y del servicio domiciliario a atención a menores del Gobierno vasco.