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sociedad

Proyecto Gran Simio exige el fin de intercambios de chimpancés disgregando familias entre zoos como en Bioparc

Asegura que la responsable de comunicación del zoo aduce "razones de conservación" de especies que "nada tienen que ver con la realidad que viven las especies de primates, y en particular de grandes simios"

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  • Isabella

Proyecto Gran Simio ha exigido el fin de los intercambios de chimpacés que "frecuentemente" realizan los zoos porque afectan a la salud mental de los grandes simios implicados y ha reclamado explicaciones al Bioparc (Valencia) por trasladar a todos sus chimpancés a otros zoológicos, de modo que han disgregado a una familia entera.

   Así, la organización denuncia que la familia de chimpancés Miranda, Chispi, Kate y M (hembras); la cría Kymbo y el macho Napoleón han sido disgregados por distintos zoológicos de Fuengirola, Hungría y Madrid y no ha facilitado las informaciones adecuadas al respecto.

   Igualmente, añade que ha tratado de ponerse en contacto con los responsables del parque mientras que la directora de Comunicación ha respondido que ya se han realizado los cambios con "generalidades y ambigüedades que no despejaban absolutamente ninguna de las cuestiones que se le pedía que aclarase Bioparc Valencia".

   Además, asegura que la responsable de comunicación del zoo aduce "razones de conservación" de especies que "nada tienen que ver con la realidad que viven las especies de primates, y en particular de grandes simios".

   El resultado, según Proyecto Gran Simio, es que se ha roto los vínculos afectivos de esta familia de chimpancés, de la que Mirinda es la madre de todos a excepción del macho, y quedando el grupo en diferentes ubicaciones, rompiendo los lazos familiares y llevándose a las hijas de Mirinda, Chispi y M a un zoológico de Hungría, a Napoleón al Zoo de Fuengirola, separándolo de Mirinda con quien tuvo a su hijo Kymbo y, finalmente, trasladando a Miirinda, Kate y Kymbo al zoológico de Madrid.

   En este sentido, recuerda que los científicos que elaboraron el Genoma del Chimpancé y que fue publicado en la revista científica Nature, insistieron en que se debería revisar la situación de los grandes simios, proporcionarles "mejor trato y más humano, manteniendo y respetando los vínculos sociales en el caso de los cautivos".

   Pese a la recomendación científica, asegura que "no se está cumpliendo en absoluto en ningún centro zoológico". La organización advierte de que los zoos sufren una súper-población de la subespecie Pan troglotytes troglodytes, a la que pertenecen todas las hembras del grupo, debido a la explotación sexual que se ha llevado a cabo con fines reproductivos para atraer al público con las crías, por lo que se quiere promover la reproducción de otras subespecies como la que pertenece Napoleón Pan troglotytes verus, al que también se ha separado de su grupo.

   De continuar los programas de reproducción, reclama que tras los nacimientos se lleve a cabo un seguimiento de los destinos de las crías que nacen en las instalaciones, cuestión de la que asegura que "nunca" se da información al respecto, lo que deja oscuros espacios de actuación referido al manejo de los animales que, al crecer ya no son útiles a los fines comerciales y hay que darles una salida, de la cual los zoológicos tienen que informar a los ciudadanos.

   Del mismo modo, exige transparencia para evitar los programas de reproducción que enarbolan los parques zoológicos no se utilicen como tapadera para comerciar y manejar a su antojo a los animales que crían.

   Someter a los grandes simios a los cambios profundos que suponen la ruptura forzada de los lazos familiares para obligarles a reproducirse, se convierten en prácticas de explotación sexual que vulneran sus derechos elementales y básicos, tal como ha ocurrido en el caso de este grupo de chimpancés que estaban unidos por fuertes vínculos, ya que había pasado toda su vida juntos lo que, en el caso de la madre, Mirinda supone 43 años con sus hijos.

   Proyecto Gran Simio, hace un llamamiento a los primatólogos y etólogos, que en muchas ocasiones son conocedores de las condiciones en que se desarrolla la vida de estos magníficos animales, que se rebelen contra las malas prácticas a que se les somete y que, indefectiblemente derivan en problemas psicológicos.

   De este modo, les exhorta a que no sean meros observadores ni cómplices y que alcen su voz para defender los derechos fundamentales de estos primates, defendiendo la retirada de los grandes simios de los zoológicos y que sean trasladados a santuarios adecuados a sus características para de esa forma, fomentar la conservación de especies en su hábitat a través de programas efectivos.

   "La ética, la dignidad de los seres humanos, nuestra gratitud hacia nuestros hermanos evolutivos los grandes simios con los que compartimos un mismo ancestro común, deben estar por encima de intereses económicos o de programas de reproducción sin sentido para volcarnos en la protección de su hábitat y en la necesidad de instalaciones en condiciones para los que están en cautividad. De nada sirve romper lazos familiares a seres que sienten como nosotros por motivos e intereses comerciales", ha declarado el director ejecutivo de Proyecto Gran Simio, Pedro Pozas.

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