Igor Postolache, el asesino de la niña Erika Yunga en Oviedo en el año 2022, ha aparecido muerto en su celda de la cárcel de Villahierro, en la localidad de Mansilla de las Mulas (León), donde cumplía condena, antes de ser trasladado a otra prisión después de que se le decretara la prisión permanente revisable.
El cuerpo de Postolache, de origen moldavo, ha sido hallado esta mañana en su celda del módulo de ingresos, han confirmado a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León, sin que hasta el momento se pueda aportar "más información" sobre las causas de su fallecimiento.
El preso cumplía pena en la cárcel leonesa por causar la muerte a puñaladas y por agresión sexual a la niña de 14 años, en unos hechos que tuvieron lugar en el barrio ovetense de Vallobín en el mes de abril de 2022.
En abril de este año aceptó la petición de la Fiscalía y de la acusación de prisión permanente revisable por el asesinato de la menor, así como una pena de doce años y seis meses por la agresión sexual.