El jurado del juicio contra Óscar P.R., acusado de ser el presunto asesino de Javier Ovejas, el 29 de julio de 2021 en el municipio riojano de Entrena, y cuyo cuerpo no ha aparecido, le ha declarado por unanimidad este jueves culpable de causarle la muerte con un arma de fuego, por sorpresa, de manera intencionada y sin posibilidad de defenderse.
El jurado, reunido desde el pasado martes, ha concluido esta tarde su deliberación sobre objeto del veredicto, que ha entregado al juez de la Audiencia Provincial de La Rioja, donde se ha celebrado el juicio entre el 19 y 26 de julio y en el que el acusado afirmó que no hizo nada ni amenazó a Ovejas, de 31 años y al que acusó de haberle robado unas monedas de colección.
El suceso ocurrió en la tarde-noche del 29 de julio de 2021, aprovechando el imputado la amistad y buena relación que tenía con la víctima, a quien, por WhatsApp, convocó para saldar una deuda de 100 euros, según ha constatado el jurado, también por unanimidad.
El imputado se deshizo del cuerpo de la víctima, según consta también en el objeto del veredicto, en el que queda comprobado que aparecieron restos de sangre y orgánicos de la víctima en la vivienda y el vehículo del acusado.
La ubicación del cadáver sigue siendo desconocida, pese a los arduos trabajos de búsqueda, con resultados negativos, ya que lo único que ha aparecido es un fragmento del móvil de la víctima en una acequia, dispositivo que fue destrozado de manera intencionada por el imputado, ha relatado la portavoz del jurado.
Durante la lectura del acta del jurado, que se ha prolongado durante casi una hora, ha recordado que, durante el juicio, declararon varios vecinos del acusado que dijeron haber oído gritos de auxilio y un disparo.
También ha citado que agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación detectaron una mancha de motor en la rampa del patio de la casa del acusado y junto a ella aparecieron los restos de sangre de Ovejas.
El jurado ha considerado, por unanimidad, que el imputado carecía de licencia y no tenía permiso de las dos armas de fuego operativas que tenía en su vivienda, en la que, además, fueron localizadas otras que no funcionaban o eran ornamentales.
SIN SABER DÓNDE ESTÁ EL CADÁVER
El fiscal se ha ratificado en su petición de pena para el procesado de 22 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y otro año por tenencia de armas sin permiso.
Por su parte, las acusaciones particulares, ejercidas por el padre y la pareja sentimental de Ovejas, también han insistido en sus solicitudes de penas de 25 y 3 años por los mismos delitos y han aludido a la existencia de un plus de gravedad al no haber revelado el acusado el lugar dónde se encuentra el cadáver.
La defensa, que durante el juicio pidió la absolución del acusado, de 56 años, ha solicitado que se le imponga, en su caso, la pena mínima posible, coincidente con la petición del fiscal.
Además, respecto a la responsabilidad civil, que cada una de las dos acusaciones particulares fijan en 100.000 euros, la defensa ha pedido que no se aplique a la pareja de Ovejas porque mantenían una relación sentimental de cinco meses y no se ha demostrado que haya habido un dolor.
En relación a la solicitada por el padre de la víctima, ha añadido que debe ser "moderada" porque Ovejas había sido expulsado de la casa de su familia, con la que no mantenía una relación y no hay pruebas de que haya existido dolor.