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sociedad

Sant Jordi se desborda, inunda las calles y rompe récords

Una multitud inunda las calles, especialmente las de la supermanzana literaria del centro, con motivo de Sant Jordi

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Si este domingo Don Quijote y Sancho llegaran a Barcelona y tendieran la vista por todas partes, lo que verían no es un mar espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de Ruidera, de Castilla La Mancha, sino una riada humana, una multitud inundando las calles, especialmente las de la supermanzana literaria del centro, con motivo de Sant Jordi.

Ya puede estar jugando el Barça contra el Atlético de Madrid en esta jornada de fútbol; ya pueden enfrentarse Carlos Alcaraz y Stefanos Tsitsipas en la final del Barcelona Open Banc Sabadell o estar la 50 edición de la Feria de Abril a tope. En las calles no cabe un alfiler.

También llenas se encuentran las salas de proyecciones del BCN Film Fest, sin olvidar que hay quien ha optado por el EroSpain, el evento profesional más importante del sector erótico en España, que ha arrancado hoy en Fira de Barcelona, donde se presentarán las últimas tecnologías e innovaciones en juguetería, lencería, cosméticos y mucho más relacionado con el sector.

La ciudad es un hervidero humano desde primeras horas de la mañana, aunque se haya desperezado más tarde que en un día laborable, pero ya a las nueve faltaban mesas y sillas en bares y cafeterías para desayunar y coger energía para un Sant Jordi de "récord", después de tres años de pandemia.

Además, con buena climatología, aunque todo el mundo coincidía en las conversaciones de sobremesa que la lluvia es más necesaria que nunca, pero..."otro día".

En esta marabunta que ha sido Barcelona, pero también otras ciudades de Cataluña, solo han faltado el escritor irlandés John Boyne, autor de la novela "El niño del pijama de rayas", que ayer dio positivo de covid, y el dirigente político Pablo Echenique, que se está recuperando de una neumonía.

UNA VIBRACIÓN BUENÍSIMA

El resto de los autores previstos, se calcula que sólo en Barcelona más de 350, llevan horas en las casetas firmando sus títulos, algunos con colas kilométricas, con las muñecas rotas, afirmando algunos de ellos a EFE, como Juan Gómez Jurado, que este año "es un Sant Jordi perfecto, con una vibración buenísima".

"En diecisiete años que llevo viniendo -ha proseguido- es la vez que más gente he tenido. Los libreros de Madrid, porque yo soy de Madrid, me preguntan cuándo celebraré el Día del Libro allí con ellos  y yo les contesto que si existe Sant Jordi, nunca".

Thelma, una turista de París acabada de aterrizar en la ciudad, estaba "alucinada" con todo lo que ha visto hoy, según ha reconocido a EFE, mientras que un matrimonio cincuentón de Igualada, Josep y Tere, que se han levantado pasadas las siete de la mañana, con muchas ganas de "patrullar" por la ciudad, sin embargo, al mediodía han decidido volver a casa porque "ya no se puede pasar por ningún sitio".

Autores como Dolores Redondo, Fernando Aramburu, Javier Cercas, Eva Sáenz de Urturi, Julia Navarro o la última Premio Planeta, Luz Gabás, no han parado de firmar, igual que veteranos como Eduardo Mendoza y Enrique Vila-Matas.

Tampoco han parado Alice Kellen, Ángel Martín, Sandra Barneda o el jovencísimo poeta Manu Erena, así como el director de cine Pedro Almodóvar, que ha debutado este año como escritor en la fiesta, los televisivos Jorge Javier Vázquez, Laura Fa o Mónica Carrillo, la actriz Carme Elías, Blue Jeans y numerosos "youtubers" y "tiktokers".

Entre los escritores catalanes, destacan por prácticamente no poderse levantar de la silla, Xavier Bosch, Gemma Ruiz o Gemma Ventura, que en algún momento ha notado el no haber podido dormir por la noche.

Tampoco ha parado de fotografiarse con los más pequeños un personaje como Geronimo Stilton, que hoy ha salido de las páginas de los libros que protagoniza para adquirir volumen humano.

En definitiva, un Sant Jordi que es más que una fiesta, en la que podría aumentar el volumen de ventas del año pasado, que ya superó el de 2019 un 1,5% más, con una facturación de 22,5 millones de euros, y los seis millones de rosas vendidas.

Una jornada en la que hay música en la calle, eventos gastronómicos, actos solidarios y políticos de todo tipo, incluso de 360 grados, como ha demostrado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

Al final del día, algunos esperarán ansiosos las listas de los autores más vendidos en castellano, catalán, ficción, no ficción, infantil y juvenil, aunque la Cámara del Libro de Cataluña se encarga de recordar cada año que solo suponen el 5% del total de lo vendido.

Aunque ya cunde más el cansancio que la ilusión de primera hora, todavía en la calle se oye: "¡que tengáis un buen Sant Jordi!". 

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