Este miércoles, y después de casi dos décadas de tortuoso camino administrativo, la Gerencia de Urbanismo “adjudica el contrato de compraventa de la parcela municipal calificada de terciario sita en la Plaza de la Concordia, número 2, antigua comisaría de Policía”. Así reza el punto número 20 del Consejo de Gerencia que está convocado para el próximo 12 de mayo y con el que se pone la primera piedra del nuevo destino del edificio que cerró en 2003: un hotel de cinco estrellas. Por la venta de la comisaría, el Ayuntamiento percibirá dinero contante y sonante (8,750 millones más IVA) y una Plaza de la Concordia completamente remodelada.
La empresa que se adjudicará la comisaría de la Gavidia será Baraka Holding, la única que quedó finalmente tras excluir del proceso la Gerencia de Urbanismo a la UTE Ridasame Holdco y Madison Consulting por la “falta de constitución en plazo de la garantía provisional exigida por los pliegos de cláusulas administrativas particulares que rigen la licitación”.
La adjudicataria se compromete a desembolsar los 8,7 millones de euros por la compra más otros 9,6 (más IVA) para ejecutar tanto la rehabilitación del inmueble como de los espacios públicos. La operación, por tanto, en torno a la comisaría de la Gavidia rondará los 20 millones de euros, una cantidad a la que habrá que incluir mobiliarios y “elementos propios para dotar de uso el contenido”.
La comisaría de la Gavidia se convertirá en un hotel de cinco estrellas. Por este uso, la puntuación máxima que se podía obtener, según el pliego de condiciones, era de 40 puntos, a los que se podían añadir otros 20 más si el proyecto llevaba asociado un proyecto de emprendimiento o coworking. Según la documentación que aprobará la Gerencia de Urbanismo este miércoles, el proyecto de intervención de Baraka Holding prevé más de 500 metros cuadrados de superficie útil para “espacios compartidos de trabajo”.
Igualmente, en el edificio habrá un centro museístico de memoria democrática de 215 metros cuadrados, según el pliego de condiciones al que se sometieron las empresas que optaron al concurso. Y será así porque este edificio de la antigua Jefatura Superior de Policía de Sevilla fue un centro de detención y tortura de aquellos que luchaban contra el franquismo. Desde 2020, está inscrito en el catálogo de lugares de memoria democrática de Andalucía. Esta calificación implica que debe garantizarse la señalización, la conservación de elementos y vestigios que sirvan de testimonios de los hechos ocurridos en los antiguos calabozos.
La antigua comisaría se levanta sobre una parcela de 2.164 metros cuadrados de superficie. Lo construido supera los 7.200 metros cuadrados. El Instituto de Patrimonio Histórico de Andalucía (IAPH) califica el inmueble que diseñó y construyó Ramón Montserrat entre 1961 y 1962 como “ejemplo destacado de la apertura de la arquitectura española a corrientes llegadas desde Europa Occidental y los Estados Unidos, y en especial de la revisión de los presupuestos de la modernidad, que se produjo a partir del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) celebrado en Dubrovnik en 1956, así como la influencia de arquitectos como Arne Jacobsen y Eliel Saarinen”.