La Universidad privada Loyola Andalucía, de la Compañía de Jesús (jesuitas), se mudará a Dos Hermanas en el plazo de poco más de un mes. Será el 2 de septiembre, cuando los estudiantes estrenen las nuevas aulas y el 20 de noviembre, con el padre general de la Compañía y, muy posiblemente, con el Rey de España, al que se ha cursado la correspondiente invitación, será la inauguración oficial de un campus en el que la institución académica confía en llegar a los 5.000 estudiantes en el plazo de cuatro años.

Los que empezarán el curso 2019/2020 en Dos Hermanas serán alrededor de 2.100. Hace seis, la Universidad Loyola arrancó con su oferta académica en Palmas Altas en unas instalaciones alquiladas a la multinacional Abengoa, propietaria del imponente complejo arquitectónico de Richard Rogers.

“No tenía ni un solo alumno”, recuerda el rector Gabriel Pérez Alcalá. Ahora, con las cajas de cartón apiladas en su despacho camino de la localidad nazarena, se muestra confiado en que, en el plazo de cuatro años, se habrán alcanzado los 5.000 alumnos, capacidad que tiene el nuevo campus Loyola y que será entonces cuando habrá que “empezar a pensar en la siguiente fase de ampliación”.

“No hemos hecho un campus para los próximos cien años”, subraya. El campus de Dos Hermanas, proyecto de Luis Vidal Achitects, cuenta con 30.842 metros cuadrados y dispone para ampliaciones futuras de 89.736 metros cuadrados adicionales. La construcción responde a un diseño “altamente sostenible”.

“Alta sostenibilidad”

“Nos encontraremos con un campus que, desde el minuto uno, cumple requisitos de alta sostenibilidad. Esto significa reutilización del agua de lluvia para riego, producción de energía eléctrica a partir de placas fotovoltaicas, aislamientos para climatización... Todo para reducir por día, por mes, nuestra huella ecológica”.

En este sentido, uno de los retos que abordan de la mano la Loyola y el Ayuntamiento de Dos Hermanas es la movilidad de 2.500 personas que diariamente se desplazan al campus. Para ellos estará el transporte público, más una lanzadera propulsada por gas que conectará el metro con el campus, así como los autobuses de la propia universidad que salen del Prado, entre otros sistemas de transporte.

El rector Gabriel Pérez Alcalá llama la atención sobre el hecho de que ni el 15% del estudiantado de la Loyola usa el coche privado. La mayoría de los desplazamientos, apostilla, son en transporte público o en coche privado compartido, porque es “más eficiente y más barato”. “Que cada uno venga como crea conveniente, pero nosotros fomentamos que lo hagan en transporte público”, replica.

“La matrícula gratis no está garantizando la movilidad social”

Gabriel Pérez Alcalá es crítico con la medida aprobada en Andalucía de bonificar al 99% la matrícula en el sistema público universitario. Su argumentación, que comparten los partidos conservadores, es la siguiente: “El que haya una universidad gratuita no garantiza que haya un acceso más justo, porque estamos subvencionando los estudios a personas que podrían pagárselos. La gratuidad de la enseñanza superior no garantiza, de hecho, no está garantizando, la movilidad social. Lo que garantiza la movilidad social es el esfuerzo educativo en los niveles más bajos: Primaria, Secundaria y Bachillerato. Me gustaría saber cuántos de los que estudian Medicina vienen de alguno de los 84 barrios más desfavorecidos de Andalucía. Muy pocos. Y es así sencillamente porque tienen un abandono escolar temprano que ya en Andalucía es el doble que en el resto de España. Nosotros tenemos porcentualmente más alumnos de barriadas desfavorecidas becados que cualquier universidad. ¿Cómo? Pues porque nosotros sí los becamos completamente. Uno de cada cuatro estudiantes tiene una beca y uno de cada cinco la tiene por razones de renta. Buscamos y premiamos el talento”.

En relación a la Selectividad, cree que hay que hacer “una única prueba”.