Los estudiantes siguen prefiriendo ser funcionarios antes que empresarios, creen que cobrarán un sueldo cercano a los mil euros, tienen confianza en trabajar en el sector que han elegido para su formación y cobra importancia la aparición de empleos relacionados con las redes sociales, como los youtubers o los influencer, aunque
Sanidad, educación, tecnología y defensa se sitúan como los campos laborales y formativos elegidos por la mayoría.
Estas son algunas de las conclusiones extraídas del
Informe E 2019: Perspectivas de los alumnos de Enseñanzas Medias sobre empleabilidad futura y mercado de trabajo, que elabora la Cámara Oficial de Comercio de Sevilla y su centro educativo EUSA Campus Universitario, un informe que cumple su octava edición y que pretende ser una herramienta de trabajo para mejorar la formación y adaptarla a las exigencias del mercado laboral.
El informe se ha realizado con la participación de siete mil estudiantes de entre 15 y 18 años (4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato) de124 centros repartidos por las provincias de Sevilla, Cádiz, Córdoba, Badajoz y Huelva (en esta provincia, sólo un centro ha participado) entre los meses de octubre a mayo de 2019.
La octava edición del estudio ha sido presentada por el director de Marketing de la Cámara de Comercio, Ramón Bullón, la secretaria general de Educación y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, Olaia Abadía, el presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero, el secretario general de CECE Andalucía (Confederación Española de Centros de Enseñanza), Rafael Caamaño, y el director general de EUSA, Javier Fernández.
El
Grado Universitario es la opción elegida de forma mayoritaria por los estudiantes de enseñanzas medias tras finalizar su etapa formativa actual, de hecho el 75,1% piensa elegir esta opción. Asimismo, para los jóvenes consultados esta modalidad formativa es la que posee mayores persepectivas laborales (61,8%).
Por su parte, la
Formación Profesional, aunque cada año registra aumentos de demanda, sigue siendo la opción minoritaria entre los estudiantes; entre ellos se encuentran aquellos que prefieren realizar un Ciclo Formativo de Grado Superior (14,10%) y aquellos que optan por un Grado Medio (5,2%). En este sentido, son los estudiantes de Sevilla y Huelva los que se muestran más receptivos a la Formación Profesional.
En cuanto al tipo de centro donde quieren realizar sus estudios, el 61,75% quiere realizarlo en un
centro público, aunque el 30,54% podría valorar un centro privado como segunda opción tras intentar acceder a un centro público, sobre todo en el caso de los alumnos cordobeses y sevillanos. Finalmente sólo el 7,7% optaría por un centro privado como primera opción; en este sentido los alumnos gaditanos y cordobeses son los que se muestran más dispuestos a optar por formación privada superior.
En relación con dicha
elección de estudios, la mayoría de los jóvenes participantes afirma recibir orientación en su centro sobre el mercado de trabajo relacionado con los estudios que quieren realizar.
Asimismo, el 67,5% de los jóvenes considera que la oferta de titulaciones existente en la actualidad está
adecuada a la demanda futura de trabajo.
En este sentido, los jóvenes consideran que sectores como las
Nuevas Tecnologías, Informática, Sanidad, Robótica, Ingeniería y Educación concentrarán nuevos campos profesionales claves en el empleo del futuro. En este punto resulta interesante comentar la aparición de respuestas relacionadas con las
redes sociales o las figuras de
influencer o youtuber, empleos que constituyen una realidad para estas generaciones.
Tanto es así que el 75,2% es consciente de que en los procesos de selección de personal se utilizan los
perfiles en las redes sociales para valorar a los candidatos y un 65,7% ciuda sus publicaciones en sus perfiles por el posible efecto en su futuro profesional.
Por otro lado,
Sanidad, educación, tecnología y defensa se sitúan, como cada año, entre los campos laborales preferidos por los estudiantes. La mayoría de estos campos, además, se encuentran estrechamente vinculados a la función pública.
Acceso al mercado laboral
A la hora de acceder al mercado laboral, un 67,45% de los estudiantes creen que
encontrarán empleo en el sector para el que se han preparado. Con respecto al informe por provincias, los jóvenes sevillanos y onubenses son los que se muestran más optimistas a la hora de encontrar un empleo relacionado con sus estudios.
Otro de los indicadores que arrojan datos interesantes acerca de las
expectativas laborales de los estudiantes de enseñanzas medias es el salario que esperan ganar cuando comiencen a trabajar. Se observa, como cada año, una gran divergencia con respecto a la realidad de este grupo de población. De hecho el 84% de los jóvenes creen que percibirán un salario superior a los 1.000 euros. Sin embargo, la media salarial para personas menores de 25 años registrada en la Encuesta Anual de Estructura Salarial 2016 del INE, sólo alcanza la cifra de 731,23 euros para Andalucía.
La mayoría de nuestros jóvenes mantiene una actitud positiva ante la
movilidad internacional, de hecho el 81,5% estarían dispuestos a trabajar en otro país, sobre todo en el caso de los jóvenes gaditanos entre los que el 87,4% estaría dispuesto a trabajar en otro país.
En relación con las
oportunidades laborales, el 75,20% de los estudiantes cree que va a tener más oportunidades de las que han tenido sus padres. Sin embargo, sólo el 33,6% de los jóvenes considera que será independiente económicamente de sus padres antes de los 25 años; la mayoría cree que alcanzará dicha independencia entre los 26 y los 30 años. En cuanto a los resultados por provincias son los estudiantes sevillanos y gaditanos los que más optimistas se muestran en este sentido.
Ser
empresario/a sigue siendo, para los alumnos/as consultados/as, la forma de trabajo más valorada en la sociedad con un 3,94 sobre 5, seguida del trabajo en la función pública con 3,83 puntos.
Sin embargo, sólo el 26,43% quiere ser empresario situándose, por primera vez desde que se realiza este estudio, por detrás de aquellos que quieren trabajar por cuenta ajena o ser funcionarios. De hecho el
45,14% de los encuestados aspira a ser
funcionario, porcentaje que además ha ido registrando aumentos en los últimos años y que alcanza porcentajes de hasta el 54,4% en el caso de Badajoz.
Asimismo, el porcentaje de estudiantes que se considera
emprendedor ha descendido con respecto a los datos de la pasada edición, situándose en el 64,4% de los jóvenes consultados. Además, la mayoría de estos jóvenes sigue manifestando que no encuentra oportunidades para desarrollar sus iniciativas emprendedoras en su centro de estudios. Son los jóvenes gaditanos los que manifiestan en mayor medida encontrar este tipo de apoyo en su centro.
Por su parte, las
familias de los jóvenes siguen optando por la
función pública como la opción preferida para los estudiantes, de hecho el 53,3% de las mismas preferirían esta modalidad de empleo para sus jóvenes. Frente al trabajo por cuenta ajena que sólo es nombrado por el 15,9% de las familias.
Cambiar de trabajo es, para los jóvenes consultados, positivo porque conlleva asumir nuevos retos y oportunidades, así lo manifiesta el 68,3% de ellos. Entre los resultados por provincias destacan los alumnos gaditanos como aquellos que más predispuestos a los cambios de empleo para asumir nuevos retos y oportunidades. Por su parte los jóvenes sevillanos y pacenses son los más reticentes al cambio por el riesgo que comporta.
Para estos jóvenes los
medios de comunicación cuentan una realidad sesgada del mercado laboral, sobre todo por los intereses políticos de los mismos (78,7%).
Por otro lado, como en la edición anterior se ha querido incorporar al Informe un
Mapa de Competencias para la vida profesional donde poner de manifiesto la importancia que los jóvenes dan a determinadas competencias profesionales muy valoradas en el mundo de la empresa y el nivel de adquisición que, a su juicio, poseen de cada una de ellas. En este sentido, nuestros jóvenes sienten que competencias como la confianza en sí mismo y la organización y planificación son indispensables en la vida profesional, sin embargo presentan un nivel de adquisión por debajo de otras competencias evaluadas.