El movimiento civil conservacionista de la ciudad se ha puesto un nuevo objetivo: recuperar la
iglesia de San Pedro de Alcántara, un “magnífico exponente de la pintura mural barroca sevillana del siglo XVIII” en palabras de la
profesora María del Carmen Gila Mato, de la
Universidad de Granada, en un trabajo de investigación publicado en la revista Arte y Sociedad. “
Es uno de los mejores conjuntos de pinturas al fresco de Sevilla”, apostilla
Joaquín Egea, presidente de la
Asociación en Defensa del Patrimonio (Adepa).
Este templo, construido para la orden de San Francisco, está ubicado en lo que fue el palacio de los marqueses de Valencia y luego convento de San Diego. Para ver esta valiosa (y desconocida) joya se dispone de un día a la semana.
El catedrático de Historia del Arte Enrique Valdivieso avala que los frescos de San Pedro de Alcántara tienen un valor importante, al haber salido de los talleres de Espinal y Domingo Martínez. El paso del tiempo, las humedades y la falta de recursos con los que hacer un buen mantenimiento han hecho que los frescos de San Pedro de Alcántara se hayan ido desdibujando, hasta el punto de que los de la parte del coro están en muy mal estado.
La asociación que dirige Joaquín Egea ya se ha puesto en contacto con
Hispania Nostra, Asociación en Defensa y Promoción del Patrimonio Histórico, para negociar la puesta en marcha de una
campaña de crowdfunding como la que ya ha impulsado para la
recuperación de la casa natal de Velázquez, también en Sevilla. Fuentes consultadas de Hispania Nostra no niegan los contactos pero prefieren ser cautas hasta que los detalles están más cerrados y así no contribuir a crear falsas expectativas. Lo que Egea tiene claro es que San Pedro de Alcántara necesita de
patrocinios o donativos con los que poder
sufragar el coste de la
restauración de los frescos.
Los mismos donativos que durante los últimos ocho años han permitido recuperar casi al cien por cien la
capilla de la Orden III que está junto a la iglesia de San Pedro de Alcántara. Se han invertido
20.000 euros con los que se han
restaurado los retablos y los cuadros. No sólo se han recibido donativos sino que se han celebrado todo tipo de actividades con las que recaudar fondos, como es el caso de los seis o siete conciertos anuales que organiza Serafín Arriaza, director del conservatorio de Osuna.
La Orden III estaba vinculada a las órdenes mendicantes del siglo XIII, los franciscanos y dominicos. Estaba formada por los nobles de la época, que se comprometían a vivir desde lo civil los mismos valores que la orden mendicante. A la Orden III del convento de San Pedro de Alcántara pertenecieron los Marqueses de la Motilla, por ejemplo.
“Aquí nos quedan otros cinco años de trabajo”, reconoce Joaquín Egea, impulsor de la recuperación de esta pequeña capilla, que Adepa aspira a que sea la antesala de la reforma de San Pedro de Alcántara.
Tesoros desconocidos
Entre los tesoros de la capilla de la Orden III están un crucificado de papel de Enrique Orce, un San Agustín que Enrique Valdivieso atribuye a Esteban Márquez, discípulo de Murillo; un retablo de San Clemente al que le faltan algunas piezas por los estragos que en él ha ido haciendo el agua... El último cuadro restaurado es uno en el que está representada la figura de Sor Ágreda, consejera del Rey Felipe IV.
La capilla de la Orden III se puede visitar una vez en semana. Egea anima a los sevillanos a que descubran estos espacios que han permanecido tanto tiempo abandonados y que forman parte del patrimonio cultural de la ciudad, más allá de las hermandades, a las que Egea sí lanza un mensaje: “Las
hermandades deben darse cuenta del
patrimonio tan valioso que las
iglesias sevillanas encierran y así involucrarse en su conservacion”.