Abengoa espera haber acabado a finales de marzo el proceso de reestructuración financiera, acordado con sus principales acreedores en septiembre, y espera firmar el acuerdo para la misma e iniciar el proceso de adhesión el próximo 1 de marzo.
Según la información que ha expuesto el presidente de la compañía, Gonzalo Urquijo, también esperan próximamente completar la financiación y venta a largo plazo del proyecto de la planta de cogeneración eficiente A3T, en México.
La compañía consiguió con fecha de 28 de enero las mayorías necesarias para hacer efectivo a esa fecha el contrato de bloqueo con sus acreedores para poder continuar avanzando en la negociación de su propuesta de reestructuración de deuda, anunciada el 30 de septiembre.
En septiembre, Abengoa anunció también la firma de una hoja de términos y condiciones con las entidades e inversores que poseían la mayoría del tramo 2 de la deuda nueva y con los nuevos avalistas para proporcionar liquidez a la empresa por importe de 97 millones de euros y nuevas líneas de avales por 140 millones.
La compañía, pese a conseguir en enero las mayorías necesarias para hacer efectivo el contrato, anunció el día 31 de ese mes que había acordado ampliar la fecha límite de vencimiento del contrato de bloqueo alcanzado con sus acreedores hasta las 11.59 horas del próximo 14 de marzo.
El periodo de adhesiones al contrato de bloqueo, que deja en suspenso el ejercicio de una serie de derechos por parte de los acreedores, se abrió el pasado 31 de diciembre.
Los firmantes de las adhesiones se comprometen a adoptar las acciones necesarias para facilitar la firma del contrato de reestructuración y a no transmitir su deuda salvo en determinadas circunstancias.
Los inversores que poseen la mayoría de la antigua deuda senior y la mayor parte del segundo tramo de la deuda nueva emitida tras el acuerdo de reestructuración de 2017 y de las líneas de avales derivadas de ese compromiso de refinanciación se adhirieron el mismo 31 de diciembre.
Abengoa ha presentado sus resultados de 2018, ejercicio en el que perdió 1.498 millones de euros, frente a los 4.278 millones que ganó en 2017, debido, principalmente, a la inclusión de la deuda New Money 2 y Old Money -tramos correspondientes a la reestructuración financiera que la salvó de la quiebra- a valor de reembolso.
Dicho efecto, según la compañía, será revertido al finalizar la reestructuración financiera y la deuda volverá a registrarse a valor razonable.