El cineasta Carlos Saura ha presentado en la Fundación Cajasol su exposición “España años 50” junto con la comisaria de la muestra, Olivia María Rubio, y la subdirectora de Acción Cultural de la fundación, Rosa Santos.
Esta exposición se basa en un trabajo documental sobre los pueblos y gentes de España que el cineasta fue descubriendo durante sus diversos viajes cuando, con tan solo 20 años, comenzó a tener sus primeros acercamientos con el arte de la imagen.
En este álbum fotográfico, el autor quiere reflejar la dura realidad que atravesó el país durante mediados del siglo XX y que Olivia María Rubio define como “una España mísera, de calles sin asfaltar, de mujeres vestidas de negro, de niños pidiendo y cuyo único medio de transporte eran las carretas tiradas por burros o mulos”.
Pero el reportaje no solo muestra el lado más oscuro de la época, sino que también muestra la vida y las costumbres de sus lugareños, sus fiestas y sus ritos. La comisaria de esta muestra señala que el reportaje se compone de “Imágenes emotivas, llenas de empatía, que nos trasladan a una época que parece lejana pero no lo es tanto” y “que nos lleva a pensar en el presente y todo lo que hemos avanzado a partir de la democracia”.
La exposición está dividida en ocho grandes secciones que recorren los lugares que Carlos Saura fotografió, como Andalucía, Cuenca, Madrid o Sanabria, entre otros. Esta muestra iba dirigida para la presentación de un libro que el cineasta publicó hace tres años y que contenía todas las imágenes, pero, según explica el autor, sacaron muy pocos ejemplares y ya está agotado, por lo que se puede considerar “un libro de coleccionista”.
Saura es más conocido por sus películas, muchas de las cuales han obtenido premios importantes en festivales tan prestigiosos como Cannes, San Sebastián, Nueva York o Berlín, pero ha sabido compaginar su labor de cineasta con la de fotógrafo. Comenzó su andadura en la fotografía con ocho años y tuvo su primera exposición en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid en 1952 aunque, a pesar de que algunos lo sitúan a la altura de Henri Cartier-Bresson o Inge Morath, él se sigue considerándose a sí mismo como “un aficionado”.
Además, afirma que no se deja llevar por lo que esté de moda, sino que fotografía lo que le parece curioso o despierta su atención, algo que podemos comprobar en “España años 50”.
La muestra fotográfica permanecerá expuesta en la Sala Murillo de la Fundación Cajasol y se podrá visitar hasta el 2 de septiembre de lunes a domingo.