Desde que en febrero de 2017 el alcalde, Juan Espadas (PSOE), anunciase el cierre de las depuradoras de San Jerónimo y Tablada, así como la creación de una nueva instalación que se encargue del correspondiente tratamiento de las aguas residuales de la ciudad hispalense, la actual plantilla municipal temen ser despedidos.
“Pasa el tiempo y estos 50 trabajadores siguen sufriendo la misma incertidumbre de entonces”, según denuncian en un comunicado conjunto Izquierda Unida y Participa. Una realidad que se ha abordado en una reciente reunión en la que participaron Jaime Palop, consejero delegado de EMASESA, Julián Moreno, concejal de Participa Sevilla, Indalecio de la Lastra, consejero de IU en la empresa, así como plantilla y representantes sindicales de CGT y SAT.
“Tenemos que ir paso a paso y lo más importante ahora es garantizar que EMASESA va a pelear por los derechos de estas 50 personas que temen ser despedidas con el cierre de las depuradoras de Tablada y San Jerónimo. La empresa metropolitana es responsable y no puede dejarles tirado”, explican en el comunicado ambas formaciones, que arrancaron el compromiso de la dirección para que en su próxima reunión se aborde esta situación y, además, se garantice que se va a hacer todo lo posible para que las y los trabajadores no sufran ningún perjuicio por estos cambios de las depuradoras.
Sin proyecto definitivo para la nueva depuradora
Por otro lado, en la reunión tanto los representantes de IU y Participa, como la propia plantilla y sindicatos pudieron comprobar que aún no existe un proyecto definitivo para la nueva depuradora y que éste además se está retrasando tras el cambio de Gobierno central.
“Ahora hay una oportunidad de oro para que el nuevo Ejecutivo, la Junta y EMASESA se pongan de acuerdo en el nuevo proyecto y se garantice la estabilidad y derechos de la actual plantilla”, apuntan ambas formaciones.
“La improvisación está marcando todo este proceso, desde el anuncio que realizó Espadas, hasta el futuro de los trabajadores, pasando por los plazos en que debe estar esta obra finalizada. Es toda una chapuza. Es todo la marca Espadas”, han lamentado desde los dos grupos municipales.
IU y Participa advierten, además, que “los plazos no cuadran”, si se tiene en cuenta que la financiación europea para esta actuación finaliza en 2022 y que las nuevas obras pueden tardar hasta 5 años, sin que en la actualidad haya ni siquiera un proyecto cerrado.
Para concluir su comunicado conjunto, ambas formaciones han reclamado a Palop que sea “esclavo de sus palabras”. “EMASESA es el único responsable de los trabajadores de ambas depuradoras y quien tiene que defender sus derechos pase lo que pase, así como respetar la estabilidad y continuidad de la actual plantilla en las nuevas instalaciones”, han señalado.