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Sevilla

Ecologistas denuncian la degradación del Corredor Verde del Guadiamar

La situación del Guadiamar ha ido a peor en los últimos años, según Ecologistas, que denuncia que el cauce de este río se ha convertido "en un canal de riego"

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  • Río Guadiamar en Aznalcóllar. -

La concesión de agua del embalse del Agrio a fincas de los hatos en Aznalcázar (Sevilla), que altera el régimen natural del río Guadiamar, la continuidad de vertidos mineros en la cuenca y la presencia de caballos degradan el Corredor Verde del Guadiamar, según ha denunciado hoy Ecologistas en Accion.

El comunicado señala que la recuperación del Guadiamar tras el accidente de la mina de Aznalcóllar "ha sido espectacular", demuestra "la gran capacidad de regeneración de la naturaleza a poco que se le ayude" por lo que, según este grupo ecologista, el Corredor Verde del Guadiamar es merecedor de pertenecer a la Red Natura 2000 de la Unión Europea.

Sin embargo, la situación del Guadiamar ha ido a peor en los últimos años, según Ecologistas, que denuncia que el cauce de este río se ha convertido "en un canal de riego a expensas de las explotaciones agrícolas de la marisma de Aznalcázar, con la excusa de revertir la sobreexplotación del acuífero de Doñana que venían ocasionando".

Ecologistas denuncia que "buena parte" de estos cultivos "son ilegales ya que carecen de las concesiones oportunas y arrastran multas millonarias" por pozos ilegales "que no se hacen efectivas".

También alertan de que "el abandono" del recinto de la antigua mina, con una depuradora "que no funciona" y una balsa de residuos "que sigue derramando lixiviados", inciden en que la contaminación del Guadiamar "no se haya acabado", como evidencia los "recurrentes episodios" de mortandad de peces de los últimos años.

La presencia de un gran número de caballos en el Corredor Verde, algunos de ellos no identificados y que pastan vegetación contaminada genera "graves impactos sobre la arboleda por mordiscos de los animales".

"La limpieza del área afectada por el vertido tóxico eliminó el grueso de la contaminación pero los estudios han confirmado la existencia de una contaminación residual que pasa a la vegetación y de ahí a los que la consumen, por lo que hay una afección deliberada a animales domésticos que no debían estar expuestos a tales pastos", concluye el comunicado.

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