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Sevilla

El Consejo Consultivo dio por válido el peritaje de la propia Abades

El organismo autonómico avaló la licencia concedida por el Ayuntamiento de Sevilla al restaurante junto al río sin analizar para ello una medición oficial.

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  • Entrada principal al restaurante Abades Triana -
  • Avaló la licencia concedida al local sin analizar para ello una medición oficial
  • Se justifica en que Urbanismo “sólo le puso sobre la mesa” ese informe de parte
  • Advirtió a la Gerencia de defectos en la revisión del permiso: “No somos policías”

El Consejo Consultivo de Andalucía avaló la licencia concedida por Urbanismo al restaurante Abades Triana, ubicado en la orilla del Guadalquivir frente a la Torre del Oro, tras dar por buena la medición pericial que aportó la propia empresa, clave para determinar los metros que podía edificar el nuevo local, y no en base a la que debió, teóricamente, elaborar la Gerencia antes de dar luz verde a la construcción del complejo hotelero junto al río.

Así se desprende del dictamen que el organismo autonómico emitió el pasado 20 de julio, de número 440/2017, y al que ha tenido acceso Viva Sevilla, por el cual respaldaba la revisión de oficio de la licencia realizada por parte del Ayuntamiento de Sevilla, y que un juez había instado al apreciar indicios de que la concesión de los permisos pudo tramitarse en base a supuestas irregularidades.

“Según los informes obrantes en el expediente (que le elevó Urbanismo), en el momento de otorgarse la licencia, la edificabilidad del restaurante preexistente (el antiguo bar El Puerto) era de 728,74 metros cuadrados, distribuidos, según el perito de la propia entidad a la que se le concedió la licencia, en tres niveles (...)”, admitió el Consultivo en su dictamen.

Según especifica, pues, la propia resolución, el organismo autonómico admitía haber dado por buena la medición que Abades, la solicitante, aportó, y no hace mención a informe alguno certificado por Urbanismo, cuyos técnicos debieron ser quienes determinasen cuántos metros podía tener el nuevo edificio. En definitiva, el Consultivo basa su escrito en un peritaje de parte, y no en uno oficial.

La cuestión es esencial. En base a todos los planes y ordenanzas urbanísticas aplicables cuando el proyecto del nuevo local se redactó, el edificio del Abades Triana tenía que limitar su edificación “a las medidas previamente existentes”, o lo que es lo mismo, a los metros que tenía el viejo bar El Puerto (233), que hasta entonces había ocupado esa misma parcela catalogada como “espacio libre”.

¿Pero por qué basa el Consultivo su dictamen en un informe de parte? Según fuentes del organismo autonómico consultadas por Viva Sevilla, el Consejo decidió en base a la información que “se le puso sobre la mesa” (la que le aportó Urbanismo), sin dar importancia a quién había aportado aquella medición. “Presuponemos a todos los peritos la misma profesionalidad, sean de donde sean”, se justifican las mismas fuentes.

Antes de emitir su dictamen favorable a Urbanismo, el Consultivo había advertido a la Gerencia de que la revisión de oficio que estaba siguiendo no estaba cumpliendo las “exigencias formales establecidas”. Entre ellas, que el expediente le fue elevado en dos CDs “no paginados y sin índice, lo que hace imposible su estudio”. O, lo que resultaba más grave, el Consejo exigía a Urbanismo que “acreditase las notificaciones a las partes”, así como las “alegaciones formuladas y pruebas practicadas”.

Advertencias

Un requisito que, según los abogados del demandante que ahora ultima un nuevo recurso contencioso administrativo contra Urbanismo por la licencia concedida a Abades, el consistorio nunca cumplió. “Prueba de sus intenciones fue que el expediente fue elevado al Consultivo casi un mes antes de darnos a nosotros plazo para presentar alegaciones”, detalla a Viva Sevilla el bufete Clavero.

Este demandante ya presentó en Urbanismo (y ahora lo hará en el juzgado) otro informe pericial, cuyas conclusiones ya publicó este periódico la semana pasada, y que ratifican una “variación dimensional” del nuevo Abades de casi 600 metros más de los que debería tener, según la normativa aplicable. Un estudio que, al estar elaborado en base a documentación oficial catastral, urbanística y fotográfica, pone, según este demandante, en entredicho el protocolo seguido por Urbanismo en 2003.

Con todo, y poco después de su aviso, el Consultivo acabó emitiendo el pasado julio un dictamen favorable a la Gerencia. ¿Significaba eso que el Ayuntamiento había rectificado todas esas irregularidades? El organismo autonómico, consultado por este periódico al respecto, reconoce que no lo comprobó: “No somos policías que debamos certificar que, tras las advertencias, luego ya sí se habían hecho bien las cosas. Se trata del Ayuntamiento y presuponemos que debió rectificar”.

El Ayuntamiento insiste

El Ayuntamiento de Sevilla no varía un ápice su versión sobre lo ocurrido con el restaurante Abades Triana y el proceso seguido por Urbanismo para la concesión de la licencia al restaurante.

Fuentes municipales insisten a Viva Sevilla en que “ya hay un dictamen del Consultivo y que el juzgado ya archivó la causa”, sin querer entrar al detalle de cómo se gestionó por parte de la Gerencia toda la revisión de oficio a que había instado un juez.

La versión sigue la línea marcada por el alcalde, Juan Espadas, que ya se refirió al caso tras publicar este periódico las conclusiones de otro informe pericial, basado en documentos catastrales oficiales, que certificaban un exceso de casi 600 metros en el actual Abades Triana.

Pese a que este periódico ha solicitado al Ayuntamiento en repetidas ocasiones el informe que debió suscribir en 2003 un perito municipal con los metros exactos que el nuevo local podía edificar, un documento clave, el consistorio ha eludido la petición.

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