La Fiscalía de Sevilla ha mantenido este martes su petición de 31 años de cárcel para Manuel R. M, el hombre acusado de asesinar de 40 puñaladas en diciembre de 2015 en la localidad de Lebrija a su expareja, la hija menor de la cantaora flamenca Juana Vargas, según han informado a Europa Press fuentes del caso.
Durante la cuarta jornada del juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, el Ministerio Público ha elevado a definitiva su petición para el acusado de 25 años de cárcel por un delito de asesinato; tres años por un delito de maltrato habitual; dos años de cárcel por un delito de allanamiento de morada, y un año de prisión por un delito de quebrantamiento de medida cautelar.
Asimismo, reclama el pago de una indemnización de 150.000 euros a cada uno de los dos hijos menores de la pareja y de 120.000 euros a los padres de la víctima.
La Fiscalía, aunque ha mantenido su petición inicial de pena para el acusado, sí ha modificado su escrito de conclusiones provisionales en el sentido de precisar que las puñaladas mortales propinadas por el acusado a la víctima no tuvieron lugar en el interior de la vivienda, sino en la calle, tal y como determinaron los médicos forenses que practicaron la autopsia al cadáver.
Así, ha señalado que, tras acceder el acusado a la vivienda por la ventana del dormitorio, se inició una discusión entre ambos motivada por los "celos" del imputado en el marco de la cual éste le agredió y cogió un cuchillo para acabar con su vida, lo que motivó que su exmujer, "para salvar la vida", saltara por el balcón.
HASTA 40 PUÑALADAS
Según el Ministerio Público, el detenido fue detrás de la fallecida y también saltó por el balcón, de forma que, estando ya ambos en la calle, le propinó hasta 40 puñaladas en distintas partes de su cuerpo, sobre todo en la cabeza y el cuello.
Tanto la acusación particular que ejerce la familia de la víctima como la acusación popular que ejerce la Junta de Andalucía se han adherido tanto al relato de hechos como a la petición de pena formulada por la Fiscalía.
De su lado, la abogada del acusado ha solicitado que se le condene por un delito de homicidio y no de asesinato con tres atenuantes, como son las de actuar bajo los efectos de las drogas; arrebato u obcecación, y confesión, ya que se habría entregado a la Policía.
En la cuarta jornada del juicio han declarado como testigos un agente de la Guardia Civil que recogió el cuchillo con el que se cometió el crimen de la azotea de la vivienda de un vecino de la víctima, cuchillo que "estaba impregnado en sangre ya seca", y un agente de la Policía Local de Lebrija que se encontraba en la Jefatura cuando el acusado se dirigió a la misma tras cometer el crimen.
"ENSANGRENTADO"
Este agente ha asegurado que el acusado "iba ensangrentado entero" y, asimismo, tenía un brazo fracturado, lo que le llamó la atención, aunque ha precisado que no mantuvo conversación alguna con él.
El juicio continuará el próximo lunes con la presentación de los informes finales por todas las partes personadas, tras lo que la magistrada presidente entregará al jurado el objeto del veredicto en la jornada del martes, momento en el que los miembros del jurado se retirarán a deliberar antes de emitir su veredicto.
En su declaración en el juicio, el acusado atribuyó las lesiones a un "forcejeo" entre ambos y aseguró que fue ella quien se lanzó por el balcón. "Yo eso no se lo he hecho a mi mujer, no es cierto que la acuchillara", apostilló.