El futbolista ruso-ucraniano Oleg Salenko, máximo goleador del Mundial de 1994, salió hoy en defensa de su compatriota Román Zozulya, acusado de profesar ideas neonazis, y se manifestó "sorprendido" por el escándalo en España.
"Estoy sorprendido del escándalo. Cuando yo jugaba en España nunca se mezclaban el fútbol y la política. Todos los países tienen problemas, tanto España como Ucrania", dijo Salenko a Efe en conversación telefónica desde Kiev.
Salenko, que vistió las camisetas del Valencia y el Logroñés a mediados de los años 90 del pasado siglo, relacionó la controversia con el desconocimiento de la realidad en Ucrania, que vive una guerra en las regiones separatistas prorrusas del este desde hace casi tres años.
"Zozulya simplemente apoya económicamente a los chicos que están en el frente. Es como si fuera un voluntario. Anima a sus compatriotas", señaló.
En su opinión, cada persona puede asumir una postura política más o menos activa, pero considera que el rol de Zozulya es exclusivamente "positivo".
De hecho, varios voluntarios en el este de Ucrania dieron ánimos a Zozulya en un vídeo enviado desde la línea de separación de fuerzas en el este del país.
"Lo que me preocupa ahora es qué ocurrirá con Zozulya. Cómo se resolverá esta situación. Yo considero que la federación española y la FIFA deben tomar cartas en el asunto", dijo.
Destacó que todos en Ucrania apoyan a Zozulya y se mostró confiado en que el seleccionador nacional, Andréi Shevchenko, lo convoque próximamente pese a lo poco que ha jugado últimamente.
"Pronto tenemos un importante partido contra Croacia. Hay que buscarle una salida. Zozulya debe jugar. No es uno de los líderes, pero es un luchador que suele convertirse en revulsivo cuando salta al campo", dijo.
Salenko, de padre ucraniano y madre rusa, y que reside en Kiev, opina que un futbolista no puede estar seis meses sin jugar porque su carrera puede verse en peligro.
Pero descarta su regreso al Dnipró, equipo en el que militó hasta que fichó en 2016 por el Betis, ya que el club ucraniano está a punto de descender por impagos.
Salenko, que ostenta el récord de goles en un partido mundialista con los cinco que le marcó a Camerún, tenía que haber viajado a España para disputar, precisamente en Sevilla, un partido con la selección de veteranos de Ucrania, pero una inoportuna lesión le impidió desplazarse.
Comparte con Zozulya el haber vestido la camiseta del Dinamo Kiev, el histórico equipo ucraniano al que el Shakhtar Donetsk del este del país ha arrebatado en los últimos diez años la hegemonía del fútbol nacional.
El presidente de LaLiga española, Javier Tebas, anunció una "querella criminal" contra diecisiete aficionados del Rayo que recibieron el pasado 1 de febrero con insultos a Zozulya por sus supuesta ideología neonazi.
Además, Tebas se reunió también con el embajador ucraniano, Anatoli Scherba, para analizar la controversia.