El alcalde de Sevilla y exviceconsejero de Medio Ambiente, Juan Espadas, ha abogado durante la presentación de los nuevos autobuses de Tussam por prolongar la línea del tranvía desde el apeadero de San Bernardo a la estación de Santa Justa a través de la avenida de San Francisco Javier y la calle Luis de Morales en vez de por la avenida de la Buhaira. Recupera así la idea inicial de Monteseirín y Marchena y de la forma más barata: sacrificando más de 200 árboles y arbustos de la mediana de ambas avenidas.
Espadas ha confirmado en las últimas horas cuál va a ser su proyecto estrella: la prolongación de la línea del tranvía desde San Bernardo hasta Santa Justa, si cuenta con fondos europeos y créditos de la banca. Tanto en el acto de presentación de los nuevos autobuses de Tussam como en declaraciones a la Cadena SER, ha abogado por utilizar para ello la mediana de la avenida de San Francisco Javier y la de la calle Luis de Morales, porque así se abarataría el coste de la obra, se beneficiaría al comercio de Nervión (Nervión Plaza, El Corte Inglés) y se reduciría el impacto en el distrito.
Según Espadas, si se utiliza el parterre central de ambas vías públicas se abarataría el coste de los trabajos al no tener que sortear dificultades y se atendería a una población mayor al pasar por la zona comercial de Nervión.
El alcalde confía en licitar el proyecto a lo largo del próximo año 2017, con lo cual podría dar tiempo incluso a inaugurar la prolongación del tranvía a finales de su mandato. Para ello precisa de subvenciones de la UE, que probablemente debería complementar con fondos propios municipales o préstamos bancarios.
La idea de Espadas consiste en una segunda prolongación, desde la estación de Santa Justa hasta el aeropuerto, un proyecto lanzado por el grupo político Ciudadanos, que votó a favor de los Presupuestos municipales a cambio de, entre otras condiciones, el respaldo del alcalde al mismo.
Omisión verde
Espadas, que fue viceconsejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ha omitido decir que su solución más barata obliga a sacrificar más de 200 árboles y arbustos de la mediana de San Francisco Javier y de Luis de Morales, según la estimación realizada hace ocho años por el grupo de IU, que rechazó esta opción cuando ya la plantearon Monteseirín en sus tiempos de alcalde y su hombre fuerte, Manuel Marchena.
Por entonces estaba aún reciente la enorme polémica ciudadana por la tala de árboles perpetrada por Monteseirín con el fin de construir la línea del tranvía entre el Prado y la Plaza Nueva y pseudo peatonalizar una Avenida convertida desde entonces en un caos circulatorio, donde se cruzan el tranvía, los coches de caballo, los ciclistas, los patinadores y los peatones.
No sólo IU. También la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y la Cámara de Comercio se decantaron por la opción alternativa de la Buhaira, sin “a priori” tantos problemas ecológicos ni tanto tráfico de autobuses como el que se registra en San Francisco Javier y Luis de Morales.
La alternativa
A principios de junio de 2008, el entonces primer teniente de alcalde y portavoz de IU, Rodrigo Torrijos, presentó a los medios de comunicación el trazado por la avenida de la Buhaira como alternativa al de San Francisco Javier-Luis de Morales que propugnaba el PSOE, al igual que ahora Espadas. Según Torrijos, la opción de la Buhaira suponía un ahorro muy importante para la ciudad. “La Corporación Local -declaró entonces- es víctima de la crisis económica y no queremos que se condicione la capacidad inversora del Ayuntamiento a un solo proyecto”.
Con la alternativa de la avenida de la Buhaira se recuperaba, a juicio de IU, la unidad del parque, por el que sólo podrían transitar el tranvía y las bicicletas. El tranvía recorrería las avenidas de la Buhaira, Luis Montoto, Kansas City y la calle Pablo Picasso. En el triángulo que forman estas tres últimas vías, el tranvía podría tener un solo carril.
Torrijos destacó numerosas ventajas de su trazado, como el ahorro del “costosísimo” paso inferior de San Francisco Javier con Diego Martínez Barrio. Esta solución, planteada para permitir que el tranvía girara, no sería necesaria si discurría por la Buhaira, ya que la máquina entraría en Doctor Ordóñez de la Barrera y saldría en el sentido contrario para enfilar la Buhaira.
El entonces primer teniente de alcalde aseguró que esta opción evitaba la duplicidad de autobús y tranvía por San Francisco Javier, permitía el establecimiento de las plataformas reservadas para el bus tanto en esa vía como en Luis de Morales, zona “pensada -señaló- como gran ronda urbana”, y preservaba la filosofía de vincular el tranvía a zonas peatonales o semipeatonales.
Además, defendió que con el trazado alternativo se permitía un acceso “fácil y cómodo” del peatón al apeadero de San Bernardo, al metro, al tranvía, a la bici, al tren y al autobús, sin necesidad de atravesar tráfico urbano. Y también en defensa del proyecto agregó que no afectaba a los aparcamientos proyectados en la zona sin quitar aparcamientos en superficie ni vegetación (unos 208 árboles).
No obstante, reconoció que su opción podía tener algún “punto oscuro” que la hiciera menos eficiente como factor de movilidad, al transcurrir por una zona con menos densidad poblacional. Por ello, añadió que ambas fórmulas tendrían que estudiarse con detenimiento y que para renunciar al recorrido de la Buhaira “se nos tendrá que demostrar que el actual trazado (el propuesto por el PSOE) es más útil y eficiente”.