Las diecinueve ánforas romanas, con 600 kilos de monedas de bronce y también de plata, localizadas en Tomares (Sevilla) constituyen uno de los pocos hallazgos de este tipo más importantes del Imperio Romano y de un valor histórico "incalculable".
Un día después del descubrimiento de las ánforas durante las obras que ejecuta la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en el parque Olivar de Zaudín de Tomares, el Museo Arqueológico de Sevilla ha dado a conocer a los medios de comunicación este "casual" hallazgo.
El conjunto histórico de monedas localizado tiene "pocos paralelos en la historia del Bajo Imperio Romano de España", ha destacado, en declaraciones a los periodistas, la directora del Museo Arqueológico de Sevilla, Ana Navarro.
Se trata de monedas de finales del Siglo tercero y del cuarto y, aunque son conocidas, lo llamativo es que hay muchas ánforas y todas están repletas de monedas, aunque algunas no las han abierto todavía.
Las monedas que han podido visualizar por ahora contienen inscripciones de los emperadores romanos Constantino y Maximiliano, aunque no descartan que pueden reflejar otra época más amplia del Imperio Romano.
Hay muchas hipótesis abiertas sobre la gran cantidad de monedas como pueden ser que eran para hacer pagos al ejército o a algún tipo de entidad pública de la administración del Estado, pero por ahora "no se puede aventurar nada más", ha explicado Ana Navarro.
Aunque el estado de conservación es bueno, al abrirse las zanjas de las obras que ejecuta la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en Tomares se han roto diez ánforas y el resto están intactas.
También han verificado los técnicos que la mayoría de las monedas estaban recién acuñadas y no habían entrado en circulación y, además, algunas pueden que tengan un baño de plata y que no sean sólo de bronce.
A partir de ahora, la primera tarea de los técnicos del Museo Arqueológico es limpiar las monedas, que están llenas de arena, estabilizarlas para que no sufran un deterioro porque es metal y se puede deteriorar por las condiciones climatológicas e inventariarlas.
Con el inventario se busca "darle el ADN dentro de la colección museística" y después empezar a relacionar el contexto histórico que se daba en el Bajo Guadalquivir, ha explicado Ana Navarro.
También tienen que estudiar la documentación de determinados yacimientos del entorno y "relacionarnos posiblemente con una villa -romana- importante" en esa zona, aunque esa hipótesis hay que contrastarla con la documentación, ha precisado la directora.
Este proceso será muy largo, aunque una vez documentado y concluido supondrá una "gran contribución al patrimonio histórico y arqueológico de Andalucía", ha subrayado.
Por su parte, la Junta de Andalucía prepara una resolución para instar al ayuntamiento de Tomares a parar las obras y pedirle que valle la zona, según la delegada de la Consejería de Cultura de la Junta en Sevilla, Araceli García, que también ha informado de que más adelante la Consejería llevará a cabo una excavación arqueológica de urgencia.
Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sostiene, en un comunicado, que el descubrimiento de las ánforas no supone la paralización de la actuación que ejecuta en Tomares.
El hallazgo se produjo ayer por la tarde cuando la empresa pública Tragsa inició la excavación de un metro de profundidad para introducir la conducción eléctrica de uno de los caminos que la CHG está construyendo en la zona para el acceso al Aula de la Naturaleza.
Los terrenos se asientan en un entorno natural situado junto a la cuenca del arroyo Las Fuentes, con cuatro lagunas que, a su vez, cuentan con diversas especies de fauna (aves, principalmente) y flora, lo que supone un gran valor ecológico a conservar.