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Sevilla

Cinco años por incendiar la casa de sus vecinos tras forzar la puerta

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años y medio de cárcel a un hombre acusado de incendiar el día 22 de noviembre del año 2013 la casa de sus vecinos en la localidad de Aznalcóllar tras forzar la puerta de la misma

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La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años y medio de cárcel a un hombre acusado de incendiar el día 22 de noviembre del año 2013 la casa de sus vecinos en la localidad de Aznalcóllar tras forzar la puerta de la misma.

   En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Primera de la Audiencia Provincial condena al acusado, Florencio M.M., a cinco años y medio de prisión y al pago de una indemnización de 42.259,27 euros por los daños causados a cuenta de un delito de incendio en concurso medial con un delito de allanamiento de morada.

   Los hechos tuvieron lugar entre las 5,00 y las 6,05 horas de la madrugada del 22 de noviembre de 2013, cuando el procesado se introdujo en la vivienda de sus vecinos tras saltar la tapia que separa ambas casas, accediendo al patio y forzando la puerta del mismo, tras lo que entró en la casa y prendió fuego a las cortinas de las puertas.

   De este modo, originó un incendio que se propagó por toda la vivienda, causando daños que han sido valorados en 42.259,27 euros, y a consecuencia del cual "existió peligro de propagación a las viviendas vecinas, así como peligro concreto para los vecinos y personal de los equipos de extinción".

   El acusado, que se encuentra privado de libertad desde el 9 de enero de 2014, sufre un trastorno de la personalidad con rasgos antisociales que requiere de tratamiento farmacológico, así como una historia toxicobiográfica compatible con el consumo perjudicial de cannabis y cocaína.

   En el juicio, el imputado declaró que conocía a los propietarios de la vivienda y que se llevaba bien con ellos y aseguró que el día de los hechos "le dio por saltarse y prender fuego, abrió la ventana y metió fuego a la cortina", aunque "después se arrepintió e intentó apagar el fuego, quitó la bombona de butano y la llevó a su patio".

EL ACUSADO, ARREPENTIDO


   Según afirmó, a los tres o cuatro días, fue al cuartel de la Guardia Civil y dijo que había sido él, mientras que a preguntas de la acusación particular manifestó que fue consciente del peligro real que provocó el incendio y que la vivienda donde vive es propiedad de su hermana, mientras que a preguntas de la defensa afirmó que el día de los hechos había tomado alcohol, pastillas y cocaína y que no forzó nada para entrar, asegurando estar "totalmente" arrepentido.

   De su lado, uno de los inquilinos de la vivienda afectada relató que ésta no es su domicilio habitual, pues sólo pasan en ella temporadas y fines de semana, y que fue una vecina la que le avisó de madrugada de que su casa estaba ardiendo, añadiendo que, un mes antes del incendio, el acusado tuvo un incidente con su yerno motivado porque causó daños al vehículo de éste.

   Asimismo, señaló que el día de los hechos se iba a quedar a dormir en la casa junto a su mujer pero finalmente los llamó su hija y tuvieron que volver a Sevilla.

   De su lado, dos agentes de la Guardia Civil aseguraron que el mismo día de los hechos practicaron un registro en la vivienda del imputado para intentar averiguar cómo se había producido el fuego y hallaron una bombona de butano, un regulador y una manguera de regar.

   Otros dos agentes declararon sobre la forma de producirse el incendio y señalaron que "hubo peligro de propagación, si bien por cuestión de suerte no se propagó, ya que por la época del año el toldo estaba recogido, las canalizaciones eran de PVC y la intervención de los Bomberos fue rápida", no obstante lo cual "hubo peligro para las personas y el personal de extinción de incendios", a lo que se suma que la puerta se encontraba forzada.   

ALLANAMIENTO DE MORADA
   El tribunal también condena al imputado por un delito de allanamiento de morada, ya que "penetró en la vivienda ajena sin su consentimiento y sin desconocer la ilicitud de su acción, pues la experiencia común enseña que no se puede penetrar en morada ajena sin permiso de su titular", agregando que "la entrada en la morada fue un medio para consumar el incendio, penetrando en ella de manera inconsentida, primero en el patio, escalando la pared medianera, y después en el interior, forzando la puerta".

   El acusado "niega haber forzado la puerta, con la pretensión de evitar la condena por el delito de allanamiento de morada, que, en cualquier caso, había cometido, puesto que tras escalar el muro de separación de ambas viviendas penetró en el patio de la vivienda siniestrada".

   La defensa del imputado pidió a la Audiencia que aplicara la atenuante de confesión, pero la Audiencia lo rechaza porque se personó en la comandancia de la Guardia Civil y reconoció los hechos dos días después del incendio, cuando ya todas las pesquisas "apuntaban a él", a lo que se suma que en fase de instrucción negó la autoría de los hechos.

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