La venganza es un plato que se sirve frío, y eso parece haber pensado la Selección libia de fútbol. Los africanos aseguraban haber sido maltratados por la Selección de Nigeria el pasado viernes, en la previa del duelo que enfrentaba a ambos combinados nacionales, y que se saldó con victoria de las Súper Águilas por 1-0. Tras este choque, los nigerianos tenían que viajar a Libia para el siguiente partido clasificatoria para la Copa Africana de Naciones, pero el vuelo no fue como estaba planeado.

El avión, que tenía que haber aterrizado en el aeropuerto de Bengasi, lo hizo en el de Al Albraq, a unas dos horas de distancia. Tras más de doce horas varados sin poder salir del edificio, el capitán nigeriano William Troost-Ekong, denunció en sus redes sociales que se encontraban "abandonados", asegurando que el gobierno de Libia había "cerrado las puertas, dejándonos sin conexión telefónica, comida ni bebida". La situación empeoró cuando al piloto del vuelo, de origen tunecino, se le ofreció un alojamiento en un hotel "para él y su tripulación, pero sin que ningún miembro de la expedición de Nigeria pudiera ir".

Alrededor de las dos de la tarde de este lunes 14 de octubre, las Súper Aguilas recibieron el aviso de que podían volver a Nigeria, por supuesto tras haberse negado a disputar el encuentro en Libia. Habrá que esperar para ver qué medidas adopta la FIFA para este suceso, pero también cómo afecta a los jugadores implicados. En el caso del Sevilla Fútbol Club, dos futbolistas blanquirrojos se han visto afectados por el suceso ocurrido en Al Albraq. Hablamos de Chidera Ejuke y Kelechi Iheanacho, dos jugadores antagónicos en este inicio de curso.

Mientras que el delantero no termina de calar en Nervión, el extremo es uno de los favoritos de la parroquia sevillista. Su desborde le ha permitido haberse estrenado como goleador este curso, de hecho suma además dos tantos anulados, y es el jugador con más regates de LaLiga. En el conjunto hispalense esperan que la situación no afecte psicológicamente al rendimiento de sus jugadores, algo similar a lo que le ocurrió a Dodi Lukebakio el pasado 2023 con el atentado que se perpetró justo antes de un Bélgica - Bruselas.