El Sindicato Médico de Sevilla (SMS) ha avisado sobre una nueva agresión realizada por la misma autora en el centro de salud Nuestra Señora de la Paz en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache.
En esta ocasión, la mujer amenazó a una médica tras exigirle una receta de estupefacientes, vociferando frases como: "Te voy a pegar un puñalón cualquier día".
La agresión se produjo el 23 de julio sobre las 16:30 horas, cuando la usuaria acudió a la consulta de urgencias para conseguir una receta de Rivotril --para ciertos tipos de convulsiones y ataques de pánico repentinos-- y Pregabalina --para aliviar el dolor producido en los nervios dañados--.
Ante la demanda de la usuaria, la médica de guardia comprobó que tenía prescrita dicha medicación pero que no le correspondía una nueva suministración. De esta negativa, la usuaria comenzó a "vociferar y proferir amenazas" que ha dejado frases como "te voy a pegar un puñalón cualquier día", mientras "golpeaba la puerta de la consulta".
Asimismo, se reclamó la "presencia inmediata" de la Policía Nacional. Hasta su llegada, el sindicato ha lamentado "una nueva situación de riesgo para lo profesionales sanitarios que cumplían su jornada laboral". Hace dos semanas, ya retuvo también "a punta de navaja" a una médica de familia.
"Las amenazas y agresiones en este centro son cada vez más habituales", provocada por su proximidad a la barriada ‘La esquina del Gato’, una de las "más conflictivas" de la provincia.
Entre los usuarios del centro, se encuentran "muchos toxicómanos que lo encuentran un supermercado de estupefacientes", dicen.
Desde SMA-Sevilla, han recordado "la necesidad de establecer medidas para garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios en su jornada laboral".
También han destacado que "el botón del pánico en consulta, las cámaras de grabación y los vigilantes de seguridad son fundamentales en este centro de salud".
El SMS ha recordando además "la importancia de denunciar por parte de los sanitarios cualquier tipo de amenaza o agresión que sufran". Ha concluido que "sin denuncias, la justicia no puede dictar órdenes de alejamiento ni medidas protectoras para los profesionales".
