Los grupos municipales de PSOE y Podemos-IU han abandonado la comisión de control y fiscalización al Gobierno tras considerar que la inadmisión de una pregunta de los socialistas suponía una “censura” a la actuación de la oposición, mientras el Gobierno municipal se amparaba en el reglamento y en la postura de la secretaría del Ayuntamiento, que había propuesto la medida y su traslado a la siguiente comisión.
La pregunta en cuestión versaba sobre la función que cumplían los agentes cívicos que se vieron al paso de las cofradías en la Carrera Oficial y que la presidencia de la Comisión, Minerva Salas, explicaba posteriormente que por el número tan amplio de preguntas que incluía y las áreas que implicaba, se había inadmitido con el respaldo de la secretaría, invitando a los socialistas a presentarla en la siguiente comisión, redactándola de una manera acorde al reglamento y dirigida al área adecuada.
Quien ofreció la versión oficial al PSOE fue el presidente accidental de la comisión en ese momento, Álvaro Pimentel, que consideraba “un claro abuso por parte del Grupo socialista del principio de buena voluntad”. “Lo más grave en esta cuestión, es que, bajo una misma introducción, hacen preguntas que por su materia no sólo van dirigidas a un delegado, como establece el artículo 107, sino que debían ser contestadas por el concejal de Fiestas Mayores, de Presidencia, de Movilidad, de Seguridad ciudadana, de Urbanismo e incluso de Cultura", decía.
Las respuestas requieren una “argumentación independiente”, hace “imposible cumplir” con la finalidad de control y fiscalización que tiene la comisión, "porque los cinco minutos atribuidos son insuficientes para responder a los grupos que las plantean”.
Ante esta postura, la portavoz adjunta del PSOE, Sonia Gaya, consideraba que el Gobierno había contestado en numerosas ocasiones a preguntas que habían afectado a más áreas y que la decisión de la presidencia era una “censura” a la actuación de control de la oposición, criticando el “cortijo” del Gobierno para evitar la función de control y anunciaba que “si no conocemos lo que ha pasado en esta Semana Santa, lo conoceremos por otras vías”.
Tras continuar la sesión de la comisión, en la siguiente pregunta que le correspondía al PSOE, Gaya anunciaba que los representantes de su grupo municipal abandonaban la reunión y la sala en protesta por la “censura” vivida y que retiraban tanto la pregunta como la moción que habían presentado para su debate.
Posteriormente, el grupo municipal de Podemos-IU, secundaba la protesta de los socialistas, retiraba la moción que había llevado a la comisión de control y fiscalización y abandonaba la sesión, al considerar que el “veto” al que se había sometido la pregunta del PSOE era una vulneración de los derechos de los grupos municipales, ya que la pregunta retirada estaba incluida en el orden oficial de la comisión.
La presidenta de la comisión insistía en que no había veto y que sólo se había cumplido el reglamento, que sólo se había inadmitido la pregunta y que “si se hace de la forma adecuada y al área correcta”, recalcando que no ha habido “intencionalidad” de censurar o vetar la labor de la oposición.
Tras la comisión y en una nota de prensa, Gaya solicitaba directamente al alcalde el cese de Salas y anunciaba su reprobación ante el Pleno. “Ante semejante censura y la manifiesta incompetencia de Minerva Salas para atender su obligación de responder al derecho que tenemos como oposición de cuestionar la labor de gobierno, pedimos a Sanz que la cese y pediremos, asimismo, su reprobación en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla después de haber impedido la labor democrática de la oposición a la hora de fiscalizar la gestión del gobierno”, anunciaba en nota de prensa.