Espacio EXZéntrico (C/ Virgen de la Victoria, 12) reúne la obra de Celso Román, Mento Muñoz y Jacobo Eid, tres artistas muy distintos pero unidos por un elemento común: su apuesta por la innovación, el riesgo y técnicas artísticas que se salen de lo convencional.
La muestra, bajo el nombre “Trío de Ases”: texturas y técnicas diversas e innovadoras para contar el mundo, se inauguró el pasado miércoles 30 de noviembre y estará abierta hasta el día 12 de enero de 2023.
Celso Román es el más veterano de los tres. El linarense nacido en 1967, que ha llevado a cabo más de una veintena de exposiciones individuales y ha expuesto en ferias de arte contemporáneo como las de Chicago o la ArtPalmBeach de Miami, alcanzando un considerable prestigio internacional, presenta en esta exposición varias piezas compuestas en guache y carbón sobre papel superalfa, algo que otorga un aire primitivo a las composiciones, resaltando el propio soporte y los materiales. Su pintura recuerda al fauvismo de Matisse y también a los bodegones de Cezanne. Pero quien probablemente late más en sus composiciones es Picasso.
Mento Muñoz también atesora una larga trayectoria. Es la única de los tres que ha participado previamente en exposiciones en Espacio EXZéntrico. Sus creaciones recurren a una técnica mixta, mezclando acuarelas y acrílicos, con piezas de tamaños diversos, y todos ellos con una vocación paisajística. Más concretamente, un paisajismo que profundiza en la arquitectura, con propuestas muy urbanas, en las que prima la geometría, a veces frisando lo abstracto. La estética de las favelas, las casetas de playa, las construcciones urbanas precarias se convierten en el sustrato de su trabajo, dando como resultado cuerpos geométricos de fuerte vigor estético.
Jacobo Eid es el más joven de la tríada. Con sólo 37 años, su propuesta es tan descarada como desenfadada. Y, sobre todo, marcadamente pop: se trata de creaciones basadas en el reciclaje de objetos tan diversos como piezas de recambio, juguetes o pelotas de parques de bolas. Son esculturas de pared, trasladadas a óleos que reproducen paletas de pintor en el que el color juega un papel determinante. Los clásicos muñecos de sobre de indios y vaqueros se intuyen, fusionados, bajo la pintura inflamada de los acrílicos en algunas de sus propuestas. En otras, manda la abstracción caprichosa de las propias formas que parecen derretirse sobre el lienzo. Para Jacobo, el arte es innovar, pero también jugar, de echo su propuesta pop persigue acercar a los espectadores al universo de la infancia. Y, como contexto general, en el marco de historias. Porque su propuesta tiene también una intención narrativa. De ahí los títulos de sus pinturas: “Nos vamos al circo”, “He soñado con helados”, “Vamos a jugar al parque”, “Mi hermana me lee cuentos”, entre otros.
La suma de las tres propuestas da como resultado una exposición fresca, alegre y divertida, llena de composiciones estimulantes y de fuerte potencia creativa.
