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Sanlúcar

Una fortaleza abierta al visitante

El protagonismo que la ciudad de Sanlúcar ha tenido a lo largo de la historia puede conocerse de primera mano visitando el Castillo de Santiago. Una fortaleza del siglo XV recuperada de las ruinas que alberga en su interior piezas de enorme valor.

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  • Vista aérea del Castillo de Santiago. -

El Castillo de Santiago, construido por el II duque de Medina Sidonia entorno al 1492, en pleno apogeo de la vinculación entre Sanlúcar y América, da muestras de su magnitud tras un proceso de rehabilitación que ha concluido definitivamente y que ha supuesto una inversión superior a los 3 millones de euros, ocho veces más de lo previsto inicialmente por la empresa Oficia, de la que es propietario Álvaro Taboada de Zúñiga, un enamorado de la historia y de los castillos.
Sólo se puede ser apasionado de la historia para apostar por un proyecto que, como reconoce el propio Álvaro Taboada, quizás nunca sea rentable. Pero quizás por eso mismo merece la pena la puesta en valor de un patrimonio que habría quedado condenado al deterioro, si un empresario no hubiera apostado por su rehabilitación. “Los sanluqueños tienen que saber que el Castillo está para que se disfrute y se recuerde en vivo la historia y el papel que esta ciudad ha tenido”, señala Taboada de Zúñiga. 

Desde que esto sucediera, hace ahora justamente seis años, la fortaleza ha ido experimentando una serie de transformaciones, motivadas, por una rehabilitación llevada a cabo por varias fases hasta lograr recuperar la integridad del monumento y, por otro lado, un proceso de dotación de contenido, a través de donaciones, que ha permitido que, entre otras cosas, el Castillo albergue ahora una colección privada de trajes de época de los siglos XVII a XIX, propiedad de la familia Taboada de Zúñiga o una biblioteca con obras emblemáticas sobre la historia de Sanlúcar y la de Galicia, de donde es oriundo el propietario de la fortaleza. De nuevo, las donaciones, a veces incluso de ciudadanos anónimos de Sanlúcar que guardaban recuerdos sobre el Castillo, están permitiendo incrementar el valor de la fortaleza al añadirle al edificio un contenido afectivo y personal, por cuanto ha supuesto en el devenir de Sanlúcar.

Mención aparte merece el museo del mapa. Una colección de mapas de Andalucía y la provincia de Cádiz en los que aparece reflejado el protagonismo que Sanlúcar tuvo en la historia del país. Prueba de ello es que, entorno al año 1762, Sanlúcar aparecía en los mapas como “provincia de Sanlúcar” ocupando gran parte de la comarca, y dejando en menor protagonismo a la propia capital, Cádiz, con apenas protagonismo en esa época.

Desde la Torre del Homenaje se pueden obtener las mejores vistas de la ciudad. Desde una de las ventanas que se encuentra subiendo los 117 peldaños de la torre, fue desde donde Isabel La Católica vio por primera vez el mar. También Colón o Magallanes pisaron el mismo suelo que hoy está disponible al público para su disfrute y conocimiento de la historia local.

El Castillo de Santiago está siendo objeto de estudio en los últimos tiempos por investigadores interesados en los ‘grafitis’ repartidos por distintas zonas del monumento y que se han conservado en el proceso de restauración. Algunos de ellos podrían datar del siglo XV y, al parecer, podrían significar una firma de notario, motivo por el que han desatado el interés de los historiadores. Expertos de la Universidad de Cambridge o miembros de la realeza, como la Infanta Cristina, se encuentran entre las últimas visitas ilustres recibidas en este espacio recuperado para la ciudad.

Las mejoras en el castillo han venido de la mano de un mayor número de visitantes, sobre todo, público de distintos puntos de la geografía española. Le siguen los turistas extranjeros, que se interesan por el proceso de rehabilitación de la fortaleza y, por último, las visitas locales, aunque en menor porcentaje.

El sábado pasado el Castillo de Santiago vivió una jornada de puertas abiertas que posibilitó que más de un centenar de personas visitara la fortaleza. La empresa encargada de su explotación ofrece un servicio de visitas guiadas, concertadas, y también una autovisita, con un mapa ilustrativo de cada una de las zonas y su historia. Desde esta semana ha entrado en vigor un nuevo horario para las visitas, de 10.30 a 13.30 y de 20 a 21.30 horas. El precio de la entrada es de cinco euros, cuatro para los empadronados en Sanlúcar.

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