Los pescadores del Golfo de Cádiz del sector del arrastre viven con preocupación la entrada en vigor, dentro de 20 días, de la nueva normativa de la Unión Europea que busca proteger los fondos marinos pero que podría acabar con una actividad histórica en la zona. La medida afecta a 97 zonas de pesca desde el Mar de Irlanda al Golfo de Cádiz, donde los pescadores tendrían que dejar de ir a capturar especies como la cigala, la gamba roja o la gamba. Desde Cepesca llaman la atención de la poca rigurosidad del estudio sobre el que se ha sustentado Bruselas y que ha incluido, entre otras cuestiones, zonas de 120 metros en un reglamento enfocado a proteger entre los 400 y 800 metros de profundidad.
Hoy, el secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha mantenido una reunión con los pescadores de Sanlúcar de Barrameda, una de los municipios afectados por la medida, que afecta al 25% de los barcos de la flota de arrastre, compuesta por aproximadamente medio centenar de embarcaciones. En la reunión, Garat ha expuesto la situación y explicado el posicionamiento de Cepesca. "Estamos completamente en contra de esta medida al igual que lo extá la Xunta de Galicia, la Junta de Andalucía, el Gobierno de España y todas aquellas comunidades que se ven afectadas por esta medida. Estamos desde ya estudiando todas las posibilidades legales que nos ofrece la legislación para recurrir ante el Tribunal de Justicia. Tenemos que decidir cómo, cuándo y quién lo hace, pero lo tenemos clarísimo porque creemos que hay lagunas suficientes en la legislación que ha sacado la Comisión Europea".
Desde Cepesca constatan su intención de recurrir al tribunal de justicia de la UE, aunque alertan sobre las consecuencias socioeconómicas inmediatas que tendrá la entrada en vigor de la nueva legislación europea sobre los pescadores del Golfo de Cádiz. Un sector que ya prepara movilizaciones para evitar que desde Bruselas acaben con una actividad que en la zona da de comer a 400 familias. "Está todo el sector unido porque esto no puede seguir así, porque parece que lo que quieren es cargarse al sector pesquero", ha sentenciado Garat.
La preocupación es máxima en el seno de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar de Barrameda, flota que se vería afectada en un 20-25% de los barcos de arrastre, que suponen la mayor inyección económica para el puerto de Bonanza, el segundo puerto andaluz en volumen de facturación y ventas. Desde Sanlúcar señalan que pedirán a la UE que "si no están entre los 400 u 800 metros esas zonas no tendrían que estar señaladas", ya que en los 'polígonos' marcados en coordenadas sobre las zonas afectadas del Golfo de Cádiz hay algunas que no superan los 130 metros. "El problema no es ya esto, que es un problema grande porque vas quitando sitio, sino que este reglamento, decía la Comisión, que cada año lo va. arevisar y a ampliar zonas, por lo que el año que viene, imagínate, salen nuevas zonas y al otro más. ¿Hacía dónde va todo esto?¿Dónde vamos a llegar?', se cuestiona José Carlos Macías, técnico de la Cofradía sanluqueña, señalando que este es el auténtico problema para un sector que históricamente ha venido faenando en esas aguas.