IU-La Isla tiene muy presente las históricas demandas del movimiento vecinal plasmadas en la Carta Ciudadana que la Federación de Asociaciones de Vecinos debe de fiscalizar y demandar al gobierno local de turno. En este sentido, Izquierda Unida recuerda que el PSOE "apenas hizo caso de la Carta Ciudadana del 2015, hecho que queda demostrado en la Carta Ciudadana del 2019 -donde las demandas venían a ser las mismas 4 años después-". Por ello, IU-La Isla entiende que la Carta Ciudadana ha de ser vinculante y es el propio movimiento vecinal quien debe tener las herramientas necesarias para su control y fiscalización de la propuesta, e ir abandonando el asistencialismo de los partidos políticos en esta tarea.
Dicho modelo asistencialista "no funciona", pues hay zonas como la barriada de El Pino, cuyas demandas siguen siendo prácticamente las mismas 20 años después. "Para cualquier partido político es fácil sumarse a las demandas vecinales y sacar una nota de prensa. En Izquierda Unida vamos más allá, debemos transmitir propuestas y una forma de entender la política que dista mucho de ese asistencialismo. El objetivo del movimiento vecinal es que sea protagonista y no necesite intermediarios, que puedan intervenir en los plenos y que exista en el Ayuntamiento una estructura eficaz que atienda sus demandas e integre un método participativo directo", afirma Gonzalo Alías, coordinador Local de IU y del Núcleo Comunista Pepe Casado.
La mesas de trabajo que ha iniciado Izquierda Unida plantea, de forma transversal y recíproca, propuestas políticas para integrar las barriadas en base a la participación y el valor de su patrimonio cultural e histórico. Yendo a lo concreto, un sencillo ejemplo, un primer gesto, es la propuesta de museizar el pequeño espacio del depósito de agua de la antigua estación de trenes. Una propuesta de recuperación que también tenía el PSOE -aunque su propuesta incluía un traslado que IU-La Isla no ve necesario-, y que, "diez años después y como tantas cosas, se les ha olvidado".
"Nuestras barriadas están llenas de un patrimonio histórico y cultural que facilitarían políticas públicas donde el movimiento vecinal es partícipe con el valor estructural de la ciudad, enriqueciendo la economía social y dotándola de identidad. La Democracia Participativa es el proyecto irrenunciable de Izquierda Unida para dejar atrás un modelo que gestiona las demandas según afinidades partidistas”, afirma Gonzalo Alías.
Para Izquierda Unida la situación del movimiento vecinal en La Isla es de conflicto. "La participación ciudadana y la actualización de los reglamentos básicos de organización y funcionamiento es un síntoma muy grave del papel testimonial al que han relegado al movimiento vecinal".
Siguiendo en la barriada de El Pino, "ahí queda el desastre del paseo de Joly Velasco que hizo el PP y que luego se abandonó tras su mala ejecución".
"O la lentitud para atender la petición para colocar reductores de velocidad en las Calles San Federico y Magallanes -esta última con un centro escolar cercano-, donde cualquier informe policial daría la razón a la hora de cubrir esta necesidad. Y más demandas históricas de la zona, como la eliminación del pipicán, el cerramiento del centro social vecinal para actividades de ludotecas, la creación de una biblioteca de barrio con aulario, la limpieza de la trasera de los terrenos del Aldi para evitar riesgo de incendios, tener un punto de aparcamiento en la zona conocida de la cruz, conocer de forma clara cuándo comienzan las obras de la zona verde, así como el debate del transporte público para la ciudad dada la previsión del aumento de servicios para el Hospital Público de San Carlos... . señalan desde IU, que se preguntan com "¿cómo oponerse a estas demandas del movimiento vecinal? Es muy fácil venir y reiterarlas, cuando lo que hay que hacer es trabajar para que el movimiento vecinal vea cumplidas sus demandas a través de participación e intervención directa con el Gobierno Municipal. La propuesta de Izquierda Unida en este sentido, y así la estamos explicando y trasladando en las mesas de trabajo con el movimiento vecinal, la Democracia Participativa",
Izquierda Unida viene reclamando desde hace muchos años que la vía del tren no es una frontera en la ciudad. Que no se puede tratar a las barriadas periféricas como pedanías. Por esta razón IU-La Isla plantea el debate con fórmulas para democratizar la ciudad desde la participación real y transversal y no delegada como todos los gobiernos actúan hasta el día de hoy. “Lo importante es romper dinámicas conservadoras. Hay que gobernar obedeciendo”, sentencia Gonzalo Alías.