Menos de dos meses después de la muerte de Manuel Prado Fernández el mundo del deporte de San Fernando ya tenía claro que tenía que agradecer al ex concejal, socio de honor de muchas entidades y sobre todo uno de los hombres que más hizo por el deporte en San Fernando, sus esfuerzos.
Manuel Prado falleció el 30 de enero de 2019 y menos de dos meses después de su muerte, el 21 de marzo, ya se había presentado en el Registro General Ayuntamiento de San Fernando una solicitud, firmada por la práctica totalidad de las entidades y clubes deportivos, además de entidades profesionales como Acosafe, Federación de AAVV Isla de León, que representa a todo el movimiento vecinal, para que el estadio de Bahía Sur pasara a llamarse Estadio Municipal Iberoamericano 2010 Manuel Prado.
Los argumentos eran y son contundentes. Manuel Prado Fernández -decía la solicitud- fue un hombre comprometido con los distintos sectores de la sociedad de San Fernando como deportistas, como político, como profesor en la rama sanitaria del Instituto Sancti Petri.
Como deportista sabía valorar lo que el deporte supone para la calidad de vida de niños, mayores, aficionados o profesionales de cualquier disciplina.
Fue concejal de Deportes durante siete años y en su etapa política consiguió dotar a San Fernando de una infraestructura en instalaciones deportivas que hizo que la ciudad fuera conocida como Ciudad del Deportes.
Entre sus logros más importantes y trascendentes estuvo traer a la Selección Española de Baloncesto a San Fernando situando la ciudad como su base de entrenamiento y preparación para eventos como los Campeonatos de Europa y del Mundo. Se quedó muchos años gracias a la idoneidad de las instalaciones, la situación de la concentración con el hotel a pocos metros de las pistas y sobre todo el calor humano que recibían jugadores y cuerpo técnico tanto del personal del Patronato de Deportes como de toda la ciudad. De hecho, cuando llegaban a San Fernando llegaban a su casa.
Ello trajo consigo que las emisoras nacionales y la prensa deportiva dieran a conocer San Fernando, no sólo la excelencia de sus instalaciones sino la ciudad en general. Los resultados fueron que a la Selección Masculina le siguió la Femenina y que al día de hoy siga celebrándose el Campeonato de España de Minisbasket con las selecciones de todas las comunidades autónomas. Un acontecimiento que muchas ciudades querrían acoger pero que se mantiene fiel a San Fernando.
No sólo desde lo local puso su inmenso grano de arena Manuel Prado en el deporte de San Fernando. Durante los años 2002 a 2004 fue secretario general para el Deporte de la Junta de Andalucía. Sus contactos a nivel nacional e internacional dieron su fruto al ser elegida San Fernando en el año 2005 para albergar el XIV Campeonato Iberoamericano de Atletismo que se llevó a cabo en el año 2010 y del que Manuel Prado fue coordinador general. El nombre de San Fernando, gracias a Prado, se conoció en todo el orbe atlético, en España y los países del continente americano.
Como isleño era un asiduo en la grada del estadio de Bahía Sur siguiendo los partidos del CD San Fernando y de viaje con el equipo cuando jugaba fuera en un compromiso permanente con los colores azulinos.
Días después de su fallecimiento, diferentes clubes locales tuvieron el detalle hacia su persona de colocar unas flores en el asiento que ocupó durante tantos años mientras animaba a su equipo; minutos de silencio y suelta de palomas en la Super Copa de Hockey Hierba y minutos de silencio en varios encuentros de las competiciones oficiales de las distintas modalidades deportivas de carácter federado.
Prado fue presidente de honor del Club Natación San Fernando; socio de honor del Club de Hockey San Fernando; colaborador de Clubes Asociación Fútbol Isleño (CAFI) donde recibió el reconocimiento público de todos los clubes de fútbol base y prácticamente el reconocimiento de todos los clubes locales dado su compromiso con todos ellos.
Pues bien, a pesar de tantos méritos y la petición unánime del mundo del deporte, la solicitud sigue sin contestación más de dos años después. Y es que por mucho que se diga -y es verdad- que los homenajes se espera a que el homenajeado está muerto, a veces ni eso.