Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil ha permitido la desarticulación de una organización criminal dedicada a introducir hachís en España desde Marruecos utilizando embarcaciones recreativas con dobles fondos. Fruto de este trabajo policial se detenido a los 17 miembros de la misma, la incautación de 4.560 kilos de hachís y la intervención de cinco embarcaciones recreativas, cuya estructura había sido modificada por los narcotraficantes para albergar los dobles fondos que contendrían la droga. La organización se valía de la complicada orografía de la desembocadura del río Guadalete para intentar introducir sus alijos y llevarlos hasta las guarderías que poseían en esta zona. En diversas fases de la operación, se ha contado con la participación de agentes de la Agencia Tributaria.
La investigación se inició como fruto del flujo de información entre los agentes, los cuales habían puesto sus miras en una organización que estaría preparando un alijo de considerables proporciones, mediante embarcaciones recreativas, que saldrían a la mar bajo la apariencia de simples excursiones de pesca.
Modus operandi
Los miembros de la organización recogían la droga en aguas marroquíes ocultándola en los dobles fondos practicados con anterioridad en la estructura de las propias embarcaciones de recreo.
De esta forma, la organización lograba ocultar a la vista, tanto en tierra como en un posible reconocimiento aéreo, la droga transportada. Este sistema de ocultación requería de una amplia estructura en la preparación de las embarcaciones para su salida a la mar y para extraer la droga de los dobles fondos.
El resto de los componentes se quedaban en tierra realizando labores de contravigilancia para alertar de una posible presencia policial en los lugares de amarre y salida del agua de los barcos hasta el momento de extraer la droga en un sitio seguro para el grupo.
Una vez de vuelta al litoral gaditano, se adentrarían en el cauce del río Guadalete hasta llegar a fincas y naves de difícil acceso que la organización poseía en esa zona, las cuales eran idóneas para la extracción de la droga.
Varias indagaciones permitieron conocer que a finales del mes de abril, la red iba a trasportar casi 2.400 kilos de hachís, utilizando tres embarcaciones de recreo. La droga se trasportaba en los dobles fondos de dos de ellas, permaneciendo la tercera sin estupefacientes, bien para realizar labores de lanzadera, bien porque por problemas mecánicos fuera necesario llevar a cabo algún trasbordo. Con esto, la trama pretendía minimizar las pérdidas en caso de que alguna de ellas fuera detectada. En esta intervención, en la que participan todos los cuerpos policiales implicados en la operación, se detuvo a cinco miembros de la organización, se incautan 2.370 kilos de hachís y tres embarcaciones.
Siguiendo las investigaciones que permitieran a los agentes asignar el rol que cada objetivo tenía en la red, se detectó la compra de una nueva recreativa. Los agentes organizaron todo el dispositivo necesario para su interceptación, hecho este que se materializó cuando la embarcación remontaba el cauce del caño Sancti Petri, a la altura de San Fernando. Los dos ocupantes, fueron arrestados tras lanzarse al agua en un intento de huida, tras varar de manera brusca la embarcación en el caño. Los agentes encontraron en el interior de un doble fondo, 30 fardos de hachís que arrojaron un peso de 930 kilos.
Tras estos golpes y con su capacidad operativa muy mermada, el grupo volvió a enviar una recreativa para recoger un nuevo alijo. A su vuelta, el patrón y dos tripulantes de la embarcación, atracaron la misma en uno de los pequeños puertos deportivos de la bahía, siendo controlada en todo momento por los agentes y hallando tras el registro un doble fondo con 42 fardos de hachís que arrojaron un peso de 1.260 kilos.
La información obtenida durante toda la investigación y los alijos incautados, permitieron la plena identificación del resto de los miembros de la red, y que compondrían la cúpula de la misma. Por todo ello, se llevaron a cabo siete registros domiciliarios que culminaron con la detención de otras nueve personas. Un último arresto se llevó a cabo en Zaragoza tras localizar a un último integrante de la trama en esta ciudad.
La operación ha sido desarrollada por agentes del EDOA de la Guardia Civil de Cádiz, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de El Puerto de Santa María y el GRECO Cádiz de la Policía Nacional. Además se ha contado con la colaboración de la Agencia Tributaria.