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Los sanitarios reclaman más prácticas para tratar el ébola

El Puerta del Mar es el hospital de referencia en la provincia ante un posible caso y por eso, el Sindicato de Enfermería, Satse, ha denunciado que no cumple el protocolo como está establecido por el Servicio de Medicina Preventiva para esta situación y denuncia además que hay falta de información.

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  • Prevención ante el ébola

El virus del ébola y el contagio de una auxiliar de Enfermería en el Hospital Carlos III de Madrid ha sido el tema estrella de esta semana. Este caso ha activado las alarmas y ha provocado que algunos sindicatos, sobre todo el del Enfermería haya salido a la palestra para pedir explicaciones y, sobre todo, más protección para los sanitarios  y para el personal que tenga que estar en contaco directo con los potenciales enfermos de ébola.

El Puerta del Mar es el hospital de referencia en la provincia ante un posible caso y por eso, el Sindicato de Enfermería, Satse, ha denunciado que no cumple el protocolo como está establecido por el Servicio de Medicina Preventiva para esta situación y denuncia además que hay falta de información.

La secretaria provincial de Satse, María Alamino, transmitía a Bahía Información las quejas de los enfermeros, ya que la principal inquietud del colectivo pasa por que, a pesar de haberlo pedido en varias ocasiones, no cuentan con material ni equipos para poder practicar y estar así “realmente preparados”para tratar con seguridad un caso de ébola. En este sentido, Alamino indicó que la teoría “la sabemos, pero no podemos aprender a ponernos y quitarnos un traje sólo viendo como lo hace una persona en un curso. Lo que los sanitarios quieren es un equipo para poder ensayar”.

A pesar de todo, la secretaria provincial de Satse hizo un llamamiento a la calma “porque el sistema sanitario que tenemos es excepcional y si se ponen los medios necesarios a disposición de los profesionales y los usuarios no tiene por qué pasar nada”.

Según los expertos consultados por este periódico, en la colocación de un equipo de protección individual de este nivel se tarda unos 10 minutos, mientras que para quitárselo un trabajador puede invertir entre 20 y 25 minutos de media. Además, el empleado tiene que seguir unos pasos muy claros que no pueden saltarse en ningún momento. Por eso, lo recomendable, y así es como se hace en los países de África Occidental, es que en este procedimiento haya dos personas para que una recuerde a la otra los pasos que hay que seguir. Es fundamental que el proceso se siga al detalle para que no haya riesgo de contagio. De hecho, en los últimos días se ha barajado la posibilidad de que la auxiliar del Carlos III pudiera infectarse al rozar su cara con un guante.

Por su parte, tanto la delegada territorial de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Miriam Alconchel, como el director gerente del centro sanitario, Rafael Pereiro, aseguraron esta semana tras una rueda de prensa que desde el mes de agosto se está ofreciendo a todos los trabajadores del Puerta del Mar formación sobre el ébola. Esta formación comenzó por los servicios que más probabilidad tienen de entrar en contacto con un posible caso, como es Urgencias, Medicina Interna, Infecciosos y UCI. No obstante, y como ya se señaló anteriormente, los sanitarios lo ven insuficiente, ya que apenas se les ha dado la oportunidad de practicar, que es como realmente se aprende, y más cuando la práctica es algo vital.

Por otro lado, el secretario general de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Cádiz, José Antonio Aparicio, mostró a este medio su conformidad con el protocolo distribuido por el Servicio Andaluz de Salud, “porque creemos que se han adoptado las medidas necesarias y que estamos preparados para atender un posible caso”. Aparicio manifestó que afortunadamente por ahora no ha habido que ponerlo en práctica, pero aseguró que llegado el caso, “todo debe salir bien si se siguen los pasos indicados en los cursos de formación y en el protocolo que circula por las distintas áreas de los centros sanitarios y hospitales”.

El sindicalista no ve con malos ojos que se estén ocupando las camas que en un primer momento se iban a mantener aisladas en el Hospital Universitario Puerta del Mar: “Si hacen falta para eso están, no es lógico tener esas unidades sin utilizar cuando hay enfermos que la necesitan. Lo importante es saber reaccionar si se presenta un caso de Ébola, y estoy seguro de que los profesionales sabrán hacerlo”.

Por su parte, un grupo de enfermeros que prepara una tesis doctoral sobre bioseguridad para el tratamiento del ébola denunció el pasado domingo ante el Consejo General de Enfermería una serie de deficiencias en los protocolos de protección del personal que trabaja con este tipo de enfermos y que se han establecido en España desde el pasado agosto.

El organismo que aglutina a todos los colegios de enfermeros ha nombrado un equipo de cuatro expertos para analizar los puntos de la denuncia y elaborar un dictamen interno que enviará a las autoridades sanitarias si considera avalada la denuncia.

El texto diferencia claramente los protocolos establecidos para la atención a los pacientes de los destinados a la seguridad de los profesionales. Los fallos detectados, según el presidente del órgano colegial a nivel nacional, Máximo GonzálezJurado, están centrados exclusivamente en las medidas que afectan a los sanitarios. Es decir, no critica los protocolos de seguridad para los pacientes y la población en general. Algo que calificó de “preocupante”.

Un virus que no se contagia tan fácilmente

El ébola sólo se contagia a través del contacto directo, no puede hacerlo por el aire. Esto quiere decir que aunque alguien tenga el virus, si no hay contacto directo con una persona, o a través de una superficie contaminada, no puedo contagiarse. Este contacto tiene cinco vías principales: vómitos, heces, saliva, pis o sudor. En cuanto al pis y al sudor son las vías más complicadas y para que resulten peligrosas el enfermo debe encontrarse en un fase muy avanzada. El motivo por el que el personal sanitario toma tantas precauciones no se debe únicamente a la peligrosidad del virus, sino que éste es capaz de sobrevivir hasta 48 horas en las células enfermas. Es decir, si una gota de sangre o un resto de saliva se queda en una sábana, no se podrá manipular sin protección por riesgo de contagio. Por ello, todos los restos de los enfermos se queman y los cuerpos de incineran.

Los fallecidos por la enfermedad también mantienen su capacidad de contagio por el mismo motivo. Sin embargo, una persona que se haya curado del ébola no puede contagiar porque no existen los portadores del virus, y no hay ningún caso que demuestre lo contrario.

El ébola no se puede diagnosticar hasta que alguno de sus síntomas sea visible (como la fiebre superior a los 38,6 grados o los vómitos y el malestar). Por eso una persona en cuarentena debe permanecer 21 días bajo observación, ya que si no manifiesta ningún síntoma en ese periodo y da negativo a los análisis no está enferma. Durante el periodo de incubación del virus no se transmite la enfermedad, sólo se hace una vez se está enferma y se empiezan a tener síntomas.

El máximo tiempo que puede sobrevivir el ébola en el ser humano son siete semanas en el semen. La OMS recomienda no practicar sexo en siete semanas a todos aquellos que se hayan visto expuestos al virus de alguna forma. Por todo esto, no es tan fácil que una persona se contagie del ébola. Evidentemente, el riesgo es mayor entre los profesionales sanitarios.

 

Ya se han impartido más de 60 cursos sólo en los hospitales de Jerez y Cádiz

El falso caso de ébola que saltó a la palestra en Málaga activó todas las alarmas y puso en entredicho la formación de los trabajadores de los hospitales públicos de Andalucía ante la posibilidad de que haya pacientes que padezcan el virus Ébola. Por esa razón, el comité de Seguridad y Salud se reunió con los sindicatos CCOO, UGT y CSIF para informarles del plan a seguir en caso de que surgiese un nuevo caso. Y es que el Sistema Andaluz de Salud (SAS) ha puesto  en marcha un protocolo específico que se activa desde el momento en que se detecta un posible caso. Este documento ha sido repartido por los hospitales y centros de salud, a fin de que los profesionales sepan reaccionar. 

Aunque todos los sanitarios están obligados conocer el protocolo, los sanitarios del área de Cuidados Críticos y Urgencias son los primeros que han recibido una formación más concreta, así como los celadores, personal de limpieza y de laboratorio. Estos han sido los primeros en asistir a los cursos que se han impartido con el objetivo de saber reaccionar ante un posible caso.  La idea es que los sanitarios aprendan a detectar el virus, a manejar las muestras o a ponerse y quitarse los equipos de protección individual para evitar el contagio.

El protocolo es prácticamente el mismo para los hospitales de Cádiz, Jerez y Algeciras, aunque se ha determinó que el centro de referencia sea el Puerta del Mar. Es decir, que en el caso supuesto de que se detecte a un paciente con el virus, éste tendrá que ser trasladado a Cádiz para recibir el tratamiento.

La Delegación Provincial de Salud informó a mediados de septiembre de que en el Puerta del Mar se habían reservado cuatro habitaciones del fondo de la Unidad de Infecciosos (en la octava planta) que serían de uso individual para niños o adultos. Además, se determinó que el traslado del paciente se realizase “por las zonas menos concurridas del hospital y con rapidez”.

No obstante, algunos sindicatos se han quejado de que esas camas, en un primer momento reservadas, han sido ocupadas por pacientes con otra patología por culpa de la falta de unidades. Lo que preocupa a sindicatos, como por ejemplo el de enfermería Satse, es que se presente un caso y se tarde en un tiempo fundamental en reaccionar y preparar la habitación. A juicio de Satse, estas camas deben estar reservadas para que el paciente contagiado de Ébola pueda quedar aislado lo antes posible, reduciendo de esta manera al mínimo las posibilidades de propagación.
Ademas, el sindicato señala que todos los profesionales no pueden acceder a los cursos de formación por la sobrecarga de trabajo que tienen y que el hospital “tiene la obligación de informar a las secciones sindicales a través del Comité de Seguridad y Salud cada vez que hay una incidencia relacionada con la salud pública y que pueda suponer un riesgo para los profesionales, pero ese comité no se reúne desde el pasado mes de julio”.

Protocolo
Desde el momento en que el hospital reciba la llamada se estima un espacio de 30 minutos para avisar a la directora médico o jefe de guardia y al responsable de Medicina Interna que a su vez movilizarán a toda la unidad.

La ambulancia que traslada al paciente deberá estacionar en el sótano y el personal de seguridad será quien se encargue de recibirla y de despejar las zonas por donde pasará el paciente hasta la habitación. Mientras el personal de planta asiste y aísla al paciente, la ambulancia irá al punto limpio para ser desinfectada mientras el personal de limpieza hace lo propio con el ascensor, las zonas de paso y los utensilios empleados. En el caso de que el paciente entre por Urgencias, el personal administrativo llamará de inmediato al enfermero de triaje que se encargará de atenderlo y aislarlo.

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