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San Fernando

“La gente habla de cuando dependía de los militares... pero ahí se queda ”

\"Un proyecto de ciudad es que tú le ofrezcas a un empresario lo que tú quieres hacer, no que el empresario te diga lo que quiere hacer el empresario\", dice Gonzalo Alías.

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Su profesión es la de buzo, ya no de profundidades porque “uno va ascendiendo en el trabajo” –nunca mejor dicho- y ahora es supervisor. Gonzalo Alías Gurría se ha convertido este viernes en el nuevo concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento tras la renuncia de Pedro Reyes. Cree que el gran problema de San Fernando es que no han buscando alternativas a la dependencia militar y que la solución está en pararse y pensar en un modelo efectivo y sostenible. 

Aporta ideas novedosas como los microhoteles que hagan que los visitantes se queden en la ciudad, antes que grandes hoteles en las afueras y considera que una cosa es que hagan falta viviendas y otra que se piense sólo en construir viviendas.

Cree en la participación ciudadana, incluso para los terrenos de Punta Cantera que es una de las escasas zonas de desarrollo que quedan, para que lo que allí se haga lo disfruten todos los ciudadanos y no sólo los que compren un piso “en una torre”. Eso sí, si los ciudadanos dicen que quieren una ciudad llena de torres o de unifamiliares, el gobernante tiene que hacer caso a la gente. Y sobre el tranvíaa dice que en las actas están los nombres y apellidos de los que han puesto las zancadillas y han retrasado –aún más- los trabajos.

—En Izquierda Unida se supone que es más difícil poner de acuerdo a la gente. Es una coalición de diferentes sensibilidades y como decía el ex parlamentario Juan Vicente Acuña, unas veces es Izquierda Unida y otras Izquierda Reunida.
—Donde hay muchas personas hay muchas voces pero partimos de la idea de que eso enriquece a la democracia. El monolitismo o el bipartidismo han demostrado en estos años de democracia que llega a una dictadura encubierta donde con un 40 por ciento como está el Partido Popular en votos es capaz hasta de modificar la Constitución y aquí no pasada nada. Pero también es verdad que en el PP no todo es uniformidad. Están los conservadores, los liberales y sus más y sus menos.

—Pero Izquierda Unida es una familia numerosísima.
—Que enriquece más.

—Y tiene a algún que otro verso suelto.
—Versos sueltos hay en todos sitios. Esperanza Aguirre es un verso suelto, Bono es un verso suelto… Pues en Izquierda Unida también lo habrá. Pero siempre nos recogemos todos bajo el mismo paraguas para trabajar por el ciudadano y en este caso, por San Fernando.

—Si Izquierda Unida perdiera su carácter abierto, asambleario, que es lo que la mantiene tan cerca de los inicios de la Transición, ¿dejaría de ser Izquierda Unida? ¿Se convertiría en otra cosa?
—Claro. Es que Izquierda Unida es un partido asambleario. No entendemos la política ni no es a través de una asamblea. Pero no desde la asamblea propia de Izquierda Unida, sino que tenemos nuestras áreas que son abiertas no sólo a personas sino a colectivos. Cuando hacemos congresos la gente puede ir a escuchar a cada uno de los que toman la palabra. Si IU perdiera ese carácter asambleario no sé lo que habría, pero Izquierda Unida, no.

—Los periodistas nunca han tenido problemas en asistir a esas asambleas, incluso cuando ha habido divergencias que es lo que da la noticia, y han asistido a discusiones muy fuertes. En otros partidos hay rueda de prensa antes y después, pero ya está.
—Hemos visto congresos del PSOE en los que hay ruedas de prensa a principio y al final. El último que hemos tenido ha sido el del Partido Comunista en La Línea y allí ha estado Canal Sur grabando permanentemente todo lo que ocurría. E incluso han participado gente que no son del partido, como José Chamizo que fue a proponer sus ideas y sus iniciativas. No tuvo ningún problema, como no los tuvieron sindicatos como CCOO, UGT, el SAT… Y no son militantes, pero las puertas están abiertas.

—Insisto mucho en esta particularidad de Izquierda Unida porque seguro que hay mucha gente que no se cree que todavía hay partidos así. Están acostumbrados a lo que escuchan sobre los partidos grandes y menos grandes y no saben que todavía hay partidos de esta clase en pleno siglo XXI.
—Se ven las deficiencias del carácter bipartidista de esta democracia. Ellos hicieron un pacto en la Transición, quizá los nuestros se equivocaron un poco confiando en la honestidad de todos y el tiempo ha mostrado la cara actual. Parece que solamente tenemos dos partidos que tienen el camino y la verdad absoluta, pero la realidad es que cuando se va a votar hay 34 partidos para elegir. Pero en IU, a pesar de los versos sueltos, somos muchos y abiertos.

—Decía Pedro Reyes cuando estuvo en esta casa despidiéndose que un cambio de concejal en IU es sólo un cambio de cara.
—Es como cambiar un cartel. El discurso es el mismo, el programa es el mismo y seguimos trabajando de la misma forma asamblearia. Nosotros cuando vamos a Pleno lo tenemos claro porque la asamblea ha participado. Puede haber alguna excepción, pero muy pocas.

—Usted se va a dedicar a la política en cuerpo y alma. No tiene el problema que tenía Pedro Reyes.
—Yo voy a tomar la media liberación y me voy a dedicar las veinticuatro horas los 365 días del año.

—Se supone que va a haber más participación de IU no sólo en el Pleno sino en la vida política en general. Que no es que no hubiera esa intensidad antes.
—Las imágenes son las imágenes y las fotos son las fotos. Antes estaba Pedro pero si no estaba Pedro había otros compañeros de Izquierda Unida, en las protestas, en las reuniones, en las asociaciones de vecinos… Pero lógicamente la foto es la del portavoz, al que se conoce. Ese es un déficit que hemos tenido hasta ahora pero que se va a solucionar.

—Y Pedro Reyes va a seguir estando ahí.
—Es nuestro coordinador local y estará al frente de las asambleas.

—Pero ahora es usted el que se va a enfrentar con un montón de problemas que tiene San Fernando aparentemente sin solución. Que se está trabajando en ellos, que es lo que se dice, pero que no se han solucionado. No sé si de aquí al mes de mayo del año que viene hay novedades porque entramos en la etapa de los milagros, pero se enfrenta a una ciudad, aparentemente, sin rumbo.
—Eso es lo que pensamos en la asamblea. El déficit desde hace muchísimos años es que no se ha construido una ciudad. Se le pregunta a los ciudadanos y hablan de “cuando dependíamos de los militares”, pero ahí se acaba. Yo soy una persona que por mi profesión he viajado muchísimo y aunque eso puede ser un déficit porque no conozca tanto San Fernando, sí he aprendido el concepto de la municipalidad. En muchísimas ciudades, en comunidades autónomas, todo funciona de forma muy distinta a como funciona en San Fernando. Yo siempre me pongo el ejemplo de que Santiago de Compostela es capital de Galicia y tiene menos habitantes que San Fernando. Y aquí no nos merecemos lo que tenemos porque los gobiernos anteriores no han tenido un modelo de ciudad, han tenido un parcheo, ahora construyo una rotonda, ahora arreglo una avenida, ahora me reúno con una asociación… Que está bien, porque es necesario, pero había que poner sobre la mesa un plan alternativo a cuando se vivía de los militares y ese plan no ha llegado. Y estamos hablando de hace muchos años.

—Por lo menos veinticinco, cuando se vieron los primeros movimientos. ¿Y qué se puede hacer ahora, porque el escalón es grandísimo?
—Pues San Fernando tiene muchas posibilidades, como suele decirse.

—Sí, eso es lo que se dice.
—Vamos a ver. El otro día nos reunimos con el consejero de Turismo, y no fui precisamente yo el que le pregunté, sino gente de San Fernando a la que yo llevé para que hablaran con el consejero. Le preguntaron al consejero si tenía propuestas del Ayuntamiento de San Fernando en materia de turismo. El consejero contestó que no tenía conocimiento de que el Ayuntamiento de San Fernando hubiera solicitado nada. El Ayuntamiento lo que quiere es privatizar. Externalizar el complejo del Puente Zuazo, busca a alguien que se haga cargo del Parque de la Historia, pone en manos de un quiosquero el Zaporito… La realidad es que no tiene ningún rumbo. El tema náutico de Gallineras se quiere solventar con la construcción de un hotel, de una serie de cosas… Que eso está muy bien, pero vuelve a privatizarlo todo. Entonces siempre está esperando que venga alguien de fuera. ¿Por qué? Pues porque no hay un proyecto de ciudad, que tú le ofrezcas a un empresario lo que tú quieres hacer,  no que el empresario te diga lo que quiere hacer el empresario. Esa es la diferencia.

—-¿Y eso lo puede hacer Izquierda Unida? El Tribunal de Cuentas dice que los servicios no privatizados son mejores y más baratos pero luego salen los técnicos municipales y dicen que es al revés.
—Le pongo un ejemplo. En Medina gobierna IU con mayoría absoluta y con unos problemas económicos brutales del gobierno anterior y ha llegado a unos acuerdos para que a nadie se le corte el agua, ha recuperado la municipalidad de la basura y del transporte público.

—-¿Y cómo va la deuda?
—Está pagando las deudas. Lo que hay que tener claro es el rumbo que se quiere tomar. Si simplemente vives de la externalización de los servicios sin preocuparte de lo público, tienes que esperar a que las empresas vengan a hacerse cargo. La idea es la contraria. Sentarte con la empresa y decirle lo que quieres desde un concepto municipal. ¿Lo puede hacer la empresa? ¿No? Pues entonces lo hago yo. La diferencia la aclara el Tribunal de Cuentas. Que sale más barato, que te ahorras el porcentaje del beneficio empresarial y ese beneficio empresarial permite contratar más personal. Es que el servicio público no está para hacer negocio. Hay que hacerlo de forma que no sea un lastre en la deuda, pero son rentables.

—-¿Entonces por qué dicen los técnicos municipales que no? Yo le pregunté al portavoz andalucista sobre este particular y me dijo que se iba a hacer un estudio. Todavía no conozco el estudio, pero los técnicos siguen diciendo que no, que es mejor externalizar.
—-¿Se le ha preguntado públicamente a los técnicos? Si a mí un delegado de gobierno me dice que los técnicos han dicho que no, me tendrá que dar la valoración técnica. Eso se llama dar la cara, transparencia, explicar tu programa y si tú eres del Partido Andalucista y crees en lo público, demuéstralo.

—Tenemos 17 kilómetros cuadrados de Parque Natural. Lo mismo que quien vota al Partido Popular vota por la privatización porque lo lleva en su ADN, si votamos IU sabemos que esos 17 kilómetros cuadrados van a ser más intocables que lo son ahora. ¿Cómo se le explica a los ciudadanos que hay un término medio? También hay un término medio con el Partido Popular.
—Para eso están los referentes. Doñana vive su parque. Cazorla vive su parque. Sierra Nevada vive de su parque y en el Parque Natural de Andújar, que es mucho más pequeño que el parque Bahía de Cádiz, ganaron los hoteleros siete millones de euros solamente en gestiones para localizar al lince, tener avistamientos y tal. Y eso lo generaron los hoteles, los restaurantes y las empresas dedicadas al turismo activo. Luego viene la otra parte, por qué no ponemos complejos hoteleros. El Hotel Rius, Chiclana, La Barrosa, dice en rueda de prensa que este tipo de hotel no le sirve a un municipio. El turista llega a Jerez, lo meten en un autobús, está siete días y se va. Contratación al personal de hotelería, todos la conocemos, 500 euros, 600 euros, contratos de cuatro horas trabajando ocho, seis días a la semana y descanso un lunes. Eso no genera beneficios. La Diputación de Málaga gobernada por el Partido Popular ha puesto en valor las rutas ornitológicas, bien es cierto porque la han obligado los ecologistas. Pero ha visto el beneficio económico. Es como la contaminación lumínica, que parece que queremos cambiar las lámparas para que se puedan ver las estrellas y sólo hay 40 aficionados a la astronomía. Pero hay muchos ciudadanos que pagan impuestos para que la luz vaya para abajo, no para arriba y cuando lo haces resulta que tienes beneficios económicos.

—Le voy a decir qué es lo primero que han pensado muchos ciudadanos de San Fernando al leer lo que usted dice. Pone como ejemplo el parque de Doñana, el de Cazorla… y nosotros tenemos un parque que está lleno de salinas colmatadas por el abandono.
—Nosotros no estamos en la Mesa por el Empleo. Sin embargo en esa mesa últimamente se planteó una iniciativa que nosotros habíamos planteado con mucha más ambición al comienzo de la Mesa por el Empleo. El Parque Natural tiene unas materias primas, algas, sal, piscifactoría y marisqueo. Eso se pone en valor en industria, empaquetado, transporte… Luego va a un restaurante, a un hotel, enriquece el turismo, crea una cultura gastronómica y genera visitas poniendo las salinas y molinos de mareas como atractivo turístico. Todo eso con el complejo arqueológico del Cerro y el náutico de Gallineras, San Fernando cambiaría.

—¿Y si ponemos unos cuantos hoteles en Camposoto, donde está el cuartel?
—Hay dos formatos básicos en el tema hotelero. O dentro o fuera de la ciudad. En Conil cuando llegó Izquierda Unida ya había hoteles grandes fuera, que por cierto están cerrados la mitad del año. Sin embargo los que hay dentro de la ciudad son microhoteles que sólo dan servicios de cama. ¿A qué obliga eso? A que el turista duerma en la ciudad, desayune en la ciudad, almuerce en la ciudad, cene en la ciudad y visite la ciudad. Si pones el hotel fuera como pasa en el Bahía Sur, la gente llega, se conforma con Bahía Sur y además le pones el tren para que se marche a Cádiz, a Jerez, vuelva al hotel y se marche a su casa. Y no conoce San Fernando.

—¿Ustedes apuestan por los hoteles con encanto?
—Por microhoteles, turismo rural… Apostamos por mucho pero no en volumen, no tener mil habitaciones en un hotel aislado de la ciudad, sino mil habitaciones repartidas por toda la ciudad. Si alguien tiene una casa y se le permite adaptar varias habitaciones para hacer un microhotel, ese ciudadano tiene una empresa en San Fernando, está generando un beneficio por el simple hecho de crear una empresa y la gente que se aloja allí vive en la ciudad, respira en la ciudad.

—El otro problema que tenemos, la industria. Tenemos una serie de polígonos sobre los que IU dice que no se ha avanzado nada.
—Los polígonos de San Fernando tienen dos problemas muy gordos. Primero, todos los pequeños negocios tienen rendimientos porque están junto a una empresa grande. Si no se apuesta por Navantia, por Airbus, Dragados Offshore… si no se apuesta por esas empresas, la pequeña empresa no tiene soporte porque no vamos a estar viviendo de empresas pequeñitas que hagan puertas, que está bien, pero es muy limitado. A esas grandes empresas hay que darles un empuje y eso hay que hacerlo desde una apuesta firme desde el ayuntamiento con las administraciones. Eso está claro. En Galicia se hizo y aquí no se ha hecho y tendrá que responder el equipo de Gobierno. Por otro lado, en el tema uno de geografía humana, los polígonos industriales se construyen en zonas bien comunicadas. Se han hecho Fadricas, Fadricas II y la zona de Puente de Hierro con una mala comunicación para camiones y transportes. Eso dificulta que puedan venir las empresas.

—¿Dónde los iban a poner?
—Pues cuando se construyó la autovía de circunvalación se tenían que haber hecho esos accesos si tenían previsto esos polígonos. ¿Por qué crece Tres Caminos? Porque pueden entrar los camiones y los trailer como quieren. Parece simple pero no lo es. Ese es el crecimiento que ha tenido el puerto de Algeciras cuando construyeron la autopista desde Jerez directamente. Ya va por la tercera fase de crecimiento. ¿Qué ha pasado en Cádiz? Que no tiene accesos y sólo tiene barcos de turismo. Se construye el segundo puente, pero ya va tarde porque no puede ampliar el puerto, no se pone de acuerdo con La Cabezuela, Dragados… No tiene más crecimiento. El problema de San Fernando es que no se tiene claro la apuesta industrial ni las salidas.

—¿También en eso llegamos tarde?
—Se llega tarde a muchas cosas pero menos la muerte, todo tiene solución. La cuestión es pararse y estudiar qué hacer con San Fernando.

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