La junta de gobierno de la Hermandad de las Tres Caídas reunida a las 13.30 horas del Jueves Santo, decidió suspender la salida procesional debido a los desfavorables partes meteorológicos para la tarde y noche y madrugada de este Viernes Santo.
Ante el paso de las Tres Caídas no ha faltado el cante de la saeta a cargo de Carolina Castilla. Las lágrimas de los hermanos eran la muestra del pesar por la suspensión de la salida. Entre los cargadores también malestar por la decisión tomada, tras una reunión en la que se buscó alternativas de itinerarios o lugares de refugio en caso de que la lluvia apareciera. AEMET daba por la mañana posibilidad de lluvia a las 5 de la tarde y la hermandad ha decidido no arriesgar, porque las dimensiones de su paso son las mayores de San Fernando en cuanto a anchura.
A las 14:30 se citó a todos los hermanos en el interior del templo para rezar y la iglesia estuvo abierta hasta las 16.00 horas, ya que después se celebran los oficios y no puede alterarse la celebración.
La cofradía de Perdón salió a la calle, tras una llamada al paso por parte del presidente del Consejo de Hermandades, Manuel García López, por el 50 aniversario del Consejo de Hermandades, con una plaza de San Juan llena de público aunque menos que en otras ocasiones, ya que muchas personas no se han desplazado a la Casería por el temor de una nueva suspensión.
La hermandad salió puntualmente y camino al centro de San Fernando, con luto visible en su cruz de guía por varios hermanos, pero especialmente por Manuel González, pintor fallecido recientemente. Ya una vez en el centro tuvo que acelerar el ritmo para evitar un posible chaparrón.
La cuadrilla de la hermandad hizo un gran esfuerzo y tras cambiar el itinerario pasando ante el Hospital de San Carlos y continuando hacia su parroquia.
La cofradía de la Misericordia también salió a la calle, estrenando la primera fase del techo de palio y con la novedad de la banda que acompaña el paso de misterio, El Amarrao, de Avila, cuyos plumeros en los cascos hacen juego con el color de las capas de los miembros de junta.
La cofradía decidió cuando enfilaba la calle General García de la Herrán, acortar el itinerario y bajó la calle Colón, en lugar de Ancha, y seguiió por Santo Domingo y Marconi, recogiéndose antes de tiempo, aunque siendo alcanzada por un chubasco, que causó nervios y originó el denominado paso de traslado durante unos momentos. La cofradía estrenó la primera fase del bordado del techo de palio, donado por hermanos y bordado por el taller de Jesús Rosado, de Ecija, que completa así el bordado de las bambalinas de los Herederos de Esperanza Elena Caro.
Expiración decidió suspender la salida procesional y las puertas de San Francisco se abrieron a las 22.00 horas y hasta las 23.00 horas. Numeroso público visitó el templo castrense de San Francisco para ver los pasos con sus velas encendidas y dispuestos para una salida que no fue posible.
La cofradía rezó un Vía Crucis en el interior del templo tras la suspensión de la salida. No pudo verse en la calle el estandarte con óleo de Hernándes Omedes restaurado por Pedro Manzano Beltrán.
El Jueves Santo llegaba con malos pronósticos del tiempo y serias posibilidades de lluvia ocasional para la noche y la madrugada del Viernes Santo. Sin embargo, los partes iban confirmando la mejoría del tiempo. El de las 12 de la noche daba uns probabilidad de lluvia del 20 por ciento, pero iba mejorando conforme pasaban los minutos. La junta de gobierno del Nazareno se reunió a la 1 de la madrugada para valorar la situación, y media hora después la decisión era salir y hacer el itinerario entero.
No quería la hermandad tener que volver a su templo antes de tiempo, como ocurrió en 2018 cuando bajó Colón y siguió por Rosario. En esta ocasión, la noche fue pletórica y el Nazareno pudo hacer su itinerario completo sin que cayera una sola gota, siquiera las que los mapas destacaban para las 5 de la madrugada.
Grande resultó el paso por la calle General García de la Herrán, Ancha y subida de la calle Real. Hasta las 10 de la mañana no llegaba el paso de palio a la plaza de la Iglesia para la recogida. Culminaba una Madrugá pletórica con toda la cera encendida, en la que no hubo estrenos, salvo el bacalao estrenado en la extraordinaria de agosto del año pasado. Tampoco llevó el Nazareno la cruz de carey que se bendijo en el pontifical conmemorativo de su 250 aniversario y que sólo se ha visto este año en el pregón de la Madrugá.
