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Ronda

Los herederos de Carmen Abela piden la devolución de los terrenos del Cuartel de la Concepción

Reprochan al Ayuntamiento que haya actuado a sus espaldas y “sin legitimación” estos últimos años. Reclaman que el viejo cuartel sea reconstruido y que el dinero que se obtenga por la zona azul sea consignado ante un juez

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  • Documento de los herederos -

Se les ha agotado la paciencia, y la reconversión en zona azul del viejo cuartel de la Concepción ha sido la gota que ha colmado un vaso que no había dejado de ir llenándose poco a poco estos últimos años. Los herederos de Carmen Abela han movido ficha, y están dispuestos “a ejercer todas las acciones legales que sean necesarias” para que las fincas que en su día fueron cedidas para el uso público por la Condesa de Guadalevín reviertan en la propiedad original. Argumentan “dos motivos”, y precisan que “ha existido una desconsideración del equipo de Gobierno hacia los herederos, lo que nos ha sentado muy mal. Pero entendemos también que aquello que Carmen Abela legó en beneficio de los rondeños no puede servir para el lucro de nadie”, argumentó un portavoz de la comunidad de herederos a RONDA SEMANAL en torno a la polémica por la conversión en zona azul del viejo cuartel de la Concepción.
El primer paso que han dado ha sido el registro de un escrito en el Ayuntamiento, donde los originales propietarios exponen su malestar a la institución local y piden la devolución de la finca. El documento, al que ha tenido acceso esta redacción, se firmó a principios de la semana pasada, y no escatima en reproches por las últimas decisiones municipales, que los herederos vienen en calificar de “unilaterales, del todo ilegítimas, y sin audiencia alguna a los herederos de Doña Carmen Abela”. En el escrito, en todo caso, no sólo se censura la actuación del actual equipo de Gobierno, sino también la del anterior. Así, sin citar directamente a ambos gobiernos, sino dirigiéndose en todo momento a la institución como tal, los herederos hablan de una “demolición totalmente inconsentida” y de la “unilateral decisión de cobrar un precio por el aparcamiento de vehículos, ignorando esta parte el destino que se está dando a dicho dinero”.
Los herederos exponen además en su alegación que “el Ayuntamiento de Ronda carece totalmente de legitimación de ningún tipo para ordenar alteración alguna en el inmueble, y mucho menos su demolición, o gestionar algún tipo de explotación”. Se incide además en que “en modo alguno existe sustrato legal o reglamentario que faculte al cobro de precio o tasa de ninguna clase, y mucho menos a hacer suyo el dinero recaudado”.

NO SE CUMPLE EL TESTAMENTO

Los herederos, con estos argumentos, vienen a decir al Ayuntamiento que las condiciones testamentarias han sido incumplidas, y subrayan que el derribo del antiguo cuartel y la conversión de la finca donada en su día en un aparcamiento, ahora de pago, han sido decisiones que no han contado con el consentimiento de los originales propietarios de la finca: “Por ello, como establece el testamento otorgado por la señora Doña Carmen Abela García, debe volver la citada finca a poder de sus herederos por faltarse a las condiciones estipuladas”, reza el escrito.
Al fin, los herederos acaban reclamando al Ayuntamiento, toda vez que tenga por presentado el referido escrito, “que cese de manera inmediata el uso por parte del Ayuntamiento de Ronda del inmueble de referencia”. Pero la comunidad de herederos llega mucho más lejos, y reclama que se consigne ante un juez el dinero recaudado con el uso del aparcamiento creado, “no pudiéndose disponer de ese dinero hasta tanto no se decida el fin al que irá destinado el mismo de forma conjunta entre los herederos y la Alcaldesa de Ronda o, en su caso, lo que disponga la autoridad judicial”. Al fin, solicitan al Consistorio que establezca los mecanismos para que la finca sea “restituida a su estado original, siendo reconstruido el edificio derrumbado en su día sin consentimiento alguno de los herederos”.
Los herederos, de quienes mucho se había hablado hasta ahora y siempre habían guardado silencio, han dado el primer paso. Advierten que no pararán

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