Manrique presentó ayer la obra como el “primer éxito que tuvo Mamet en 1975 en Chicago”, uno de esos “buenos textos que tiene la cualidad de resistir a lo largo del tiempo en una cosa tan pasajera como es el teatro”.
Tras dirigir en la Sala Becket Els Boscos, a Manrique le quedaron ganas de repetir un texto de Mamet, “un autor muy goloso” que escribe sobre el comportamiento en “obras que piden ser actuadas”.
Esa es una de las atracciones que siente Manrique como actor por los guiones de Mamet, autor que “no escribe ensayo, sino sobre personajes podridos que luchan, caen y se levantan”.
Obra austera estructuralmente, muy exhuberante y rica sobre todo en materia de diálogos, en opinión de Manrique, American Buffalo permanecerá en el escenario del Espai Lliure hasta el 14 de febrero.
El espectáculo supone asimismo la segunda dirección de Manrique en el Teatro Lliure, en donde se estrenó como director con La forma de las cosas, de Neil Labute, espectáculo distinguido con un premio Butaca al mejor montaje de pequeño formato.
American Buffalo, ha explicado Manrique, “habla de la economía de mercado, de personajes desesperados que acaban resultando peligrosos cuando aparece en ellos la desconfianza”, porque “una cosa es la amistad y otra los negocios”.