El Banco de Alimentos de Granada cerró el pasado año con el reparto de cinco millones de kilos de comida que beneficiaron a 39.365 personas, de las que 1.980 fueron lactantes.
Estas cifras han sido posibles gracias a la solidaridad de los ciudadanos, de las más de 200 entidades benéficas con las que trabaja el banco de alimentos y la labor de los voluntarios que colaboran diariamente en las tareas de recogida, clasificación y reparto de la comida.
La mayoría de ellos son profesionales jubilados que prestan a esta acción altruista sus conocimientos de gestión, capacidades técnicas y manuales. Son un total de 155 voluntarios los que operan en las cinco delegaciones que el banco tiene repartidas por la provincia, en la costa, Guadix, Loja, Baza y Alhama de Granada. Todas se encuentran en locales o naves cedidos por los ayuntamientos y la sede central está en Mercagranada.
A estos voluntarios se suman centenares de colaboradores en acciones puntuales que ofrecen su esfuerzo y parte de su tiempo libre para paliar las necesidades de las personas más desfavorecidas de la provincia.
La solidaridad de los granadinos se deja notar especialmente en la tradicional Gran Recogida, que el pasado año contó con el apoyo de 3.000 voluntarios y logró recoger 503.450 kilos de alimentos, según consta en la memoria anual del Banco de Alimentos, consultada por Europa Press.
En esta iniciativa, la de mayor calado de la organización, se recogió un 6,3 por ciento menos de alimentos que en el ejercicio anterior, aunque desde el colectivo matizan que las donaciones fueron de más calidad y mayor valor económico.
El Banco de Alimentos entrega gratuitamente los alimentos que recoge a entidades sin ánimo de lucro que tienen entre sus fines la ayuda social. A través de ellas, los alimentos llegan a personas en riesgo de exclusión social o con necesidades alimentarias. El año pasado la organización trabajó con 200 entidades que distribuyeron la ayuda entre 39.365 personas, de las que 1.980 fueron lactantes.