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Quigo ya supera a AVE

Francia ya opera en España, pero España no puede operar en Francia. Porque Francia ejerce el monopolio sin monopolio, mientras España, como siempre...

Publicado: 08/11/2021 ·
23:28
· Actualizado: 08/11/2021 · 23:28
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Autor

Rafael Sanmartín

Rafael Sanmartín es periodista y escritor. Estudios de periodismo, filosofía, historia y márketing. Trabajos en prensa, radio y TV

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Con su amplia experiencia como periodista, escritor y conferenciante, el autor expone sus puntos de vista de la actualidad

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Francia ya opera en España, pero España no puede operar en Francia. Porque Francia ejerce el monopolio sin monopolio, mientras España, como siempre, ha resistido con el monopolio. Es muy fácil: en Francia operar cuarenta empresas ferroviarias, pero treinta y nueve son filiales de la pública “Sociedad General de los Ferrocarriles Franceses”. Pero ¿en Europa no estaban prohibidos tanto monopolios como empresas públicas? Entonces ¿por qué aquella prisa por deshacerse de las empresas rentables y privatizarlo todo? ¿Quién nos engañó en aquel momento, la UE o Aznar? La UE no pudo ser, puesto que hay empresas públicas en Alemania, Francia, Italia… y ¡qué casualidad!, es pública italiana (del INE) la eléctrica propietaria de la mayor eléctrica española que, por tanto, no es española.

El caso es que QUIGO, una de esas filiales, lleva casi un año explotando la línea de Alta Velocidad Madrid-Barcelona y ha superado a RENFE en trenes, viajeros, ingresos y beneficios a pesar del costo del viaje: desde 9 euros el trayecto. Viene a la memoria una frase antigua referida a lo comercial: “en el vender está la ganancia”. Es evidente que el alto precio no siempre supone mayor beneficio, pero la codicia es ciega, como el amor, pero sin amor. Una pena, que la SNCF no haya empezado su negocio en la línea de Andalucía. La codicia estropea el negocio y el gobierno español y RENFE podrán ser codiciosos, pero ni buenos negociantes ni inteligentes.

Y nos hacen falta negociantes inteligentes. No “listos” que son los mayores enemigos de la economía y de las familias necesitadas. Son quienes se han centrado en la especulación inmobiliaria y abandonado otros sectores porque requieren imaginación, creatividad, trabajo y en teoría, sólo en teoría carecen del brutal beneficio inmediato ofrecido por la vivienda. En teoría, porque los pisos y las casitas no vendidas o no alquiladas no dan beneficio, dan pérdidas. Pues todavía hay miles de malos empresarios y alguno honrado pero apegados a la lava del beneficio inmediato, que no se han repuesto del “crack” de 2008.
Inexplicable la codicia demostrada por banca, fondos buitre, grandes tenedores y miles de particulares asidos al carro del que se hacen arrastrar, subiendo precios sin parar, ausentes de la realidad “porque la realidad no les importa ni ellos son ONGs”, como si exigir cantidades realistas, que no dejen sin comer a quienes obligan a pagarlas ni los pongan en el disparadero de forzarlos a dejar de pagar, tuviera algo que ver con ser una ONG. Porque no son ese tipo de organización, está claro, son poseedores de un cuerpo sin alma; de una visión excesivamente personal de la vida y del comercio, porque el comercio deja de ser sensato cuando se vuelca a favor de una parte en detrimento grave de la otra.

Y, por cierto, ya que hablábamos de comercio ferroviario. ¿Cuándo se decidirá alguna empresa sensata a explotar la línea Madrid-Sevilla/Málaga?

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