Los kurdos han abierto la puerta a un posible acuerdo con el Gobierno sirio, su enemigo histórico, y Moscú ante una posible ofensiva de los turcos, que según denunciaron ha comenzado ya a atacar posiciones en la zona fronteriza.
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), la alianza que lideran los kurdos, acusaron a Turquía de los primeros ataques aéreos en la frontera con Siria desde que Estados Unidos anunciara el pasado domingo su retirada ante la inminente ofensiva de Ankara contra las milicias kurdosirias.
"Los militares turcos están bombardeando uno de nuestros puntos en la frontera de Sere Kaniye (Ras al Ain) con Turquía. No hubo heridos entre nuestras fuerzas. No respondimos a este ataque no provocado. Estamos preparados para defender a nuestro pueblo y al pueblo del noreste de Siria", indicó el Centro de Coordinación y Operaciones Militares de las FSD en su cuenta de Twitter.
La campaña comienza en medio de un cambio de reglas en el siempre complicado tablero sirio.
A pesar de la enemistad histórica entra ambas partes por la persecución sistemática del partido gobernante sirio Baaz contras ellos, los kurdos estudian, entre otras posibilidades, conversar con Damasco y su aliada Moscú "para cerrar el camino a la agresión turca", dijo hoy a Efe Badran Jia Kurd, un alto oficial y asesor del Gobierno autónomo kurdo establecido en el norte y el este del país, y no reconocido por Damasco.
"Cuando la coalición abandone la zona, vamos a estudiar todas las posibilidades (...) Hay varias opciones, es posible en un futuro que podamos conversar con Damasco y Moscú para llenar este hueco", afirmó en una conversación telefónica.
Jia Kurd indicó que tienen más "casos pendientes con Damasco (...) y ahora de nuevo, hay una opción estratégica para una solución política en Siria", afirmó, siendo una de las peticiones de los kurdos que Damasco acepte una región con autonomía en el noreste de Siria.
En ocasiones anteriores, los kurdos y el Gobierno central han tenido conversaciones sobre la posible ayuda militar ante una ofensiva turca, aunque nunca se han revelado detalles y quedaron en un punto muerto después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, dijera en 2018 que retiraría sus tropas de Siria.
El asesor aseveró que están también "dispuestos a hablar con la parte turca, si esta lo desea".
La Casa Blanca anunció el domingo por la noche la salida de las tropas estadounidenses del noreste de Siria ante la inminente ofensiva de Turquía, en la que EE.UU. no quiere verse involucrado, a pesar de que la operación se dirige contra sus aliados.
El Ejército turco aseguró hoy que todo está listo para lanzar una operación en el noreste de Siria contra milicias kurdas que considera "terroristas", mientras los rebeldes sirios se movilizan en la frontera y en la provincia de Alepo, donde están estacionados, para respaldar a Ankara en la ofensiva, como ya hicieron en 2016 y 2018, ocupando en esta última operación el cantón kurdo de Afrín.
La decisión de Trump, que hoy especificó que son 50 los soldados estadounidenses que se retiran de esa franja fronteriza ha afectado a las FSD, que, según Jia Kurd, "han retirado parte de sus fuerzas para llenar el vacío que dejó EEUU en las zonas fronterizas", que aún son escenario de combates contra el Estado Islámico, sobre todo en Deir el Zur.
Las FSD, con el respaldo de Washington, consiguieron derrotar territorialmente el pasado 23 de marzo al grupo yihadista después de una larga ofensiva, aunque sigue habiendo células yihadistas en la región.
Mientras tanto, el Gobierno sirio no se ha pronunciado aún formalmente sobre el asunto, aunque hoy el periódico progubernamental Al Watan, publicaba una declaración del viceministro sirio de Exteriores, Faisal al Miqdad, tendiendo la mano a los kurdos asegurándoles que "en el final la patria da la bienvenida a todos sus hijos".