El asesino de los policías de París tenía datos de funcionarios

El funcionario de policía que el pasado jueves asesinó a cuatro de sus colegas en la Prefectura de París antes de ser abatido por un agente tenía datos personales de decenas de sus colegas en lápices de memoria, así como vídeos de propaganda yihadista del Estado Islámico, según "France 2".

Esos contenidos se encontraron en el material informático que se requisó tras la matanza en el domicilio de Mickaël Harpon en la localidad de Gonesse, a una veintena de kilómetros de París, explicó una fuente policial al canal de televisión.

Los investigadores no han podido determinar, por el momento cómo había conseguido esos datos Harpon, que trabajaba como informático en el departamento de información de la Prefectura de Policía y tenía acceso a ficheros con contenido secreto.

Tampoco saben qué pretendía hacer con esos datos de otros funcionarios de policía ni si los había comunicado a terceras personas.

Esas preguntas son algunas de las que van a plantear al ministro del Interior, Christophe Castaner, los miembros de la delegación parlamentaria sobre la información, en una audición a puerta cerrada, explicó este martes a los medios su presidente, el senador de Los Republicanos Christian Cambon.

El asesino de la prefectura, que tenía 45 años y era originario de la isla francesa de Martinica, en las Antillas, trabajaba en la Prefectura desde 2003 y se había convertido al islam hace una decena de años.

En julio de 2015 ante un colega había hecho comentarios que justificaban el atentado yihadista perpetrado en enero de ese año contra la revista satírica "Charlie Hebdo", pero ese episodio no se había incluido en su expediente.

Según su propio servicio, había dado "señales débiles" de radicalización religiosa. Entre otras cosas, había estado en contacto con personas del movimiento salafista.

La revelación de varios de esos signos ha dado lugar a una polémica en Francia y al reconocimiento de fallos por parte de Castaner, que en cualquier caso ha descartado dimitir como se lo han pedido varios responsables de la oposición.