Ya lejos del billón de dólares de capitalización, a Apple la superó hoy además Amazon, que con 752.000 millones rebasa en este capítulo a la compañía
La icónica Apple cayó hoy cerca de un 10 % en lo que ha sido su peor sesión bursátil en al menos seis años, un síntoma de que algo no funciona y que los analistas de Wall Street achacan a un claro síntoma de desaceleración económica y de que se acerca una crisis, si bien rechazan hablar de recesión.
Inmersa en la volatilidad, Wall Street cerró una jornada negra sobre todo para las tecnológicas, un sector que cayó más del 5 % y que, además de Apple, tuvo a otros protagonistas como Amazon, Facebook o Alphabet, con descensos de más del 2,5 %.
Ya lejos del billón de dólares de capitalización, a Apple la superó hoy además Amazon, que con 752.000 millones rebasa en este capítulo a la compañía de la manzana mordida (749.000 millones), como ya hiciera hace semanas Microsoft (776.000 millones).
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador de la Bolsa de Nueva York, descendió en global un 2,83 % y retrocedió 660,02 puntos, hasta los 22.686,22 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 bajó un 2,48 % o 62,14 puntos, hasta los 2.447,89.
Por su parte y en una aciaga jornada para las empresas tecnológicas, el índice compuesto del mercado Nasdaq, donde cotizan los principales grupos tecnológicos, cedió un importante 3,04 % o 202,43 puntos, hasta alcanzar los 6.463,50.
La tormenta estaba anunciada ayer, al cierre de los mercados, cuando el líder de Apple, Tim Cook, admitió que no iban a cumplir las previsiones de facturación en el primer trimestre fiscal de la compañía, lo que achacó a la desaceleración económica en China.
Precisamente, la confluencia de factores que preocupan a los inversores van desde la desaceleración del crecimiento global -EE.UU. está bajando la fabricación- hasta la política monetaria de la Reserva Federal, pasando por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China aún no resueltas.
Los analistas debaten ahora si la desaceleración lleva a la economía a una crisis puntual -los datos económicos de EE.UU. aún son buenos- o si bien se va a una recesión, un extremo este último que la mayoría descarta.
Habrá que ver si los nervios de Wall Street son de acero y los mercados resisten los temores de los inversores.