Diecinueve personas fueron arrestadas anoche en Atenas por los disturbios ocurridos tras la marcha con motivo del 45 aniversario de la revuelta
Diecinueve personas fueron arrestadas anoche en Atenas por los disturbios ocurridos tras la marcha con motivo del 45 aniversario de la revuelta de la Universidad Politécnica en 1973, que supuso el principio del fin de la dictadura de los coroneles en Grecia.
Aunque inicialmente fueron detenidas más personas, estas diecinueve fueron arrestadas por presuntos delitos relacionados con los disturbios y, en concreto, por las heridas sufridas por dos agentes de policía.
Unas 12.000 personas, según la Policía, marcharon pacíficamente bajo el eslogan "libertad para el pueblo, muerte al fascismo" desde las céntricas plazas de Syntagma y Omonia y las inmediaciones de la Politécnica hasta la embajada de Estados Unidos, un ritual que se reproduce todos los años con motivo de este aniversario.
Los arrestos se llevaron a cabo en los alrededores de la Politécnica, en el barrio de Exarjia -conocido por su carácter anarquista- y cerca de la parada de metro Ambelokipi -frente a la comisaría central de la Policía local.
Las primeras detenciones ocurrieron en este último punto cuando, hacia el final de la marcha, un grupo de encapuchados atacó con extintores de incendios, piedras y palos a unos policías, que respondieron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
En paralelo, el barrio de Exarjia se llenó de barricadas improvisadas y decenas de anarquistas utilizaron la Universidad Politécnica como base, desde la cual lanzaron a los agentes numerosos cócteles molotov y otros objetos, como mármoles arrancados de las paredes de la institución.
Estas calles del centro de Atenas fueron un campo de batalla durante unas tres horas, hasta que la Policía pudo controlar la situación con granadas aturdidoras y la novedad de dos camiones hidrantes.
Enfrentamientos similares se vivieron en otras partes del país como Salónica, la segunda mayor ciudad de Grecia, y Patras, en el Peloponeso.
Otro momento de tensión se vivió frente a la embajada estadounidense, cuando unos manifestantes quemaron la bandera de Estados Unidos y lanzaron botellas de plástico, cafés y huevos a un grupo de ministros, diputados y ejecutivos del partido gubernamental Syriza, entre ellos su secretario general, Panos Skurletis.
Ya el viernes un grupo de altos cargos del Gobierno y Syriza intentó acudir a la Universidad Politécnica para depositar una corona de laurel en honor a los caídos, pero docenas de jóvenes de extrema izquierda se enfrentaron a ellos y les impidieron el paso.