A su salida del IX Encuentro Financiero Internacional organizado por Caja Madrid, el máximo responsable del Banco de España defendió que sus competencias en materia de reestructuración de la banca española están condicionadas únicamente a la utilización cuidadosa y mínima del dinero de los contribuyentes y a la exigencia de reformas a aquellos que reciban ayudas públicas.
Pese a ello, Fernández Ordóñez defendió que el texto aprobado por el Gobierno “ha encontrado un equilibrio al respetar al Estado en aquello en lo que es competente y al respetar a las comunidades autónomas en aquello en lo que son competentes”.
“Es un paso muy importante y espero que el Congreso lo apruebe mañana (por hoy) con el mayor consenso posible”, sostuvo el gobernador del Banco de España ante los medios de comunicación.
Una opinión muy diferente a la de Fernández Ordóñez han mostrado hasta el momento gobiernos autonómicos como los de Cataluña, Andalucía y Extremadura, que han anunciado que estudian si el decreto que regula el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) invade sus competencias, en cuyo caso podrían interponer un recurso de inconstitucionalidad.
Durante su participación en el encuentro Fernández Ordóñez insistió en la idea de que las reformas estructurales son “imprescindibles” para impulsar la recuperación mundial de la economía, que espera que se produzca a principios de 2010.
No obstante, insistió en que por el momento la incertidumbre sobre el inicio de la recuperación es “enorme” al tiempo que destacó el exceso de endeudamiento de muchas familias y empresas como uno de los elementos que pueden retrasar esa recuperación.
En el encuentro también participó el líder del PP, Mariano Rajoy, que coincidió con la opinión del gobernador sobre la incertidumbre existente en torno a la recuperación.
“Frente a los espejismos temporales de los brotes verdes”, en opinión de Rajoy “subsisten demasiados riesgos para que se pueda prever una consistente recuperación económica a corto plazo”.
El líder del PP también se pronunció sobre la concesión de ayudas públicas a la banca, que a su juicio debe ir acompañada de una política que no genere un considerable endeudamiento a largo plazo.
“Arreglar las cañerías es condición necesaria, pero no suficiente para que fluya el agua”, declaró Rajoy, que insistió en que la deuda pública se acaba pagando, como poco antes había hecho el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, en el mismo foro.
Al igual que el presidente del PP, Montoro consideró que hay que aparcar la reforma de la financiación autonómica en favor de prioridades como la reestructuración del sector financiero, que no puede empañarse con la creación de sistemas bancarios regionales, como a su juicio pretenden algunos gobiernos autonómicos.
Si esos objetivos se lograran, supondrían un “retroceso” para la economía y retardarían la salida de la crisis, declaró el portavoz de Economía del PP.
Por su parte, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, confió en que se encuentren “las reglas de cooperación necesarias” entre el Banco de España y las comunidades autónomas para garantizar que los procesos de reestructuración se lleven a cabo “sin problemas”.